Aunque la irremediable, cacique y dictatorial cuenta atrás del desafío secesionista sigue avanzando, inmersos en su obsesión por el show del 1 de octubre, el pasado lunes 31 de julio los catalanes que confiamos en que se tomen las medidas legales oportunas frente a los golpistas hemos disfrutado de un grato momento de orgullo y confianza.
Hace unos días la opinión pública fue testigo de que, con el comienzo en serio de la tomas de medidas de control, a los que tienen mucho que ocultar se les dispara la tensión al sentirse observados y, como respuesta, han de movilizar a sus bases experimentadas en las “borrokas” para que monten su circo e increpen a los que tan solo hacen su trabajo y actúan con profesionalidad cumpliendo y haciendo cumplir la legalidad vigente.
Pero algo está cambiando. Ante los actos convocados por los que dominan, pese a ser la minoría de las minorías, a los que mal-gobiernan esta comunidad española. Los catalanes de bien, el pueblo normal y corriente, los que reconocen la vigencia de las leyes de todos y para todos, los contrarios a que se adopten decisiones con nocturnidad y alevosía amparadas en el viciado favor electoral que brinda mayorías irreales fruto del acceso a escaños “baratos”, mucha gente que ya está harta de que se les machaque día sí día también con el esperpéntico proceso, sabedores de que su futuro real y el de sus familias está siendo parte de España, dentro de una Europa fuerte, negando las imaginativas, idílicas e hipnóticas virtudes del “proceso” trasmitidas en la escuela y medios de comunicación comprados del Régimen, decidió salir a la calle para mostrar su apoyo a los cuerpos de seguridad que tenemos en nuestro país y, en concreto, a la Guardia Civil.
Sobresaliente para la Benemérita por su trabajo y también para todos aquellos ciudadanos anónimos y entidades sociales que decidieron dar la cara y defender el impagable trabajo que realizan los guardias civiles. Sin duda se merecían esa muestra de cariño y nuestro apoyo incondicional.
En esa defensa simbólica de las libertades no estaban todos los que apuestan por el bien, ni mucho menos. La mayoría estaba a esa hora del mediodía del lunes en sus respectivos trabajos o actividades, dando a la sociedad algo que los que tenían enfrente quizás algún día, cuando maduren, también aporten.
Una pena no haber podido participar en esa cita matutina del último día de julio, pero no me faltarán oportunidades para defender España y lo español en nuestra amada tierra catalana. Me congratula, al menos, que muchos compañeros de Espanya i Catalans, tras haber sido los convocantes e invitar a la asistencia a dicha convocatoria de apoyo a la Guardia Civil, pudiesen encontrar un hueco para estar allí dando la cara por nuestros amigos de la Benemérita, liderados por nuestro presidente y numerosa representación de la Junta de la entidad.
A los que pudieron asistir: ¡Felicidades!,
¡Viva la Guardía Civil! Visca Catalunya! y ¡Viva España!
Javier Megino
Vicepresidente Ejecutivo Espanya i Catalans