Análisis de Encuesta 3: ¿Que te parece que Puigdemont, Comín y Ponsatí, les permita la UE ser eurodiputados?

De los resultados derivados de la encuesta de la semana pasada se vislumbra una situación que no nos sorprende.

Nuestros lectores y seguidores, al pronunciarse respecto de temas de índole legal, como es aceptar o no que fugados de la Justicia española representen a electorado español en las instituciones europeas, demuestran su dilema a la hora de asumir la intromisión comunitaria en las decisiones y fallos judiciales de un país miembro como el nuestro.

Solo un exiguo 51% apuesta por seguir confiando en la Unión Europea, siempre que respete al poder judicial español, siendo un porcentaje superior al 40% el que da voz a los que manifiestan su hartazgo ante la conducta comunitaria en dichos temas legales.

No es baladí el posicionamiento que, indirectamente, solicita más complicidad y contundencia en su apoyo frente a los riesgos derivados del separatismo. Es necesario tratar el tema con una perspectiva amplia, con posibles efectos más allá de un Estado de la unión, puesto que no son descartables réplicas desde otros puntos de la geografía europea que están a la espera de acontecimientos . De no atajarse oportunamente este comportamiento contrario a las bases de la creación de la Unión, el nacionalismo separatista podría ser un lastre para la futurabilidad del proyecto europeo o, incluso, acabar por finiquitarlo.

Seguimos confiando en nuestros socios y en las instituciones que nos representan en Europa, pero la denuncia de un 42% que daría carpetazo y valoraría la puesta en marcha de un nuevo EXIT, en caso de continuar la ambigüedad o contradicción que condicione la soberanía judicial española dentro de su marco constitucional, merece tenerse muy en cuenta.