Análisis de Encuesta 10: ¿Quién consideras que está actuando de un modo más oportuno ante esta crisis sanitaria?

Cerrada la décima de nuestras encuestas, los resultados obtenidos han sido concluyentes.

Llegando a sobrepasar a Pareto, con su regla del 80-20, nuestros votantes y seguidores han significado claramente a la institución que mejor representa la lucha eficaz contra el Covid-19.

Han necesitado Sánchez y Torra sumar sus porcentajes para aproximarse a ese 20%, puesto que ni acumulando sus apoyos han llegado al umbral del mínimo paretiano.

El apoyo de nuestros votantes, que ha sido similar para cada uno de ellos, con el 9% de respaldo a las gestiones del Gobierno nacional y 8% para el regional, ha permitido que se escapase un 17% a lo que hubiese sido un pleno de S.M. Felipe VI.

La opinión pública no pasa desapercibida la conducta y efectividad de las medidas tomadas por los dos ámbitos de poder, autonómico y nacional que, conforme acumulamos días de confinamiento, incrementa la sensación de que están dejando mucho que desear.

La duda y el cambio de rumbo, como dinámica del día a día en las tomas de decisión, hacen mella en la ilusión de la gente por ver superado lo antes posible este capítulo oscuro de nuestra vida.

Las compras desacertadas de unos, lo presuntuosos de otros, lo prepotentes de algunos y lo incompetentes de la mayoría, incrementan el ánimo de la ciudadanía en favor de los que sí responden a las necesidades para evitar la propagación.

Por esa razón, cada jornada que pasa es mayor el respaldo que otorga la gente a la impresionante tarea y compromiso de los sanitarios, lo policías y, no olvidemos, valorando como merece el imprescindible trabajo realizado por el Ejército que, una vez más, ha sabido demostrar la importancia de su colaboración e implicación.

Con la efectividad y disciplina que han demostrado los militares, montando infraestructuras imprescindibles de forma casi inmediata, dejan claras evidencias de que no son un gasto superfluo, como dejo entrever el que cada día demuestra con mayor claridad que él si lo es.

El rey solo ha lanzado un mensaje televisivo. Claro, corto y eficiente. No ha necesitado agotar la paciencia del televidente con arengas y mensajes para poner en valor una gestión nefasta. Felipe VI ha ido al grano, ejerciendo como el mejor embajador posible que puede tener España, para conseguir equipamiento que otros logran en algunas ocasiones caducado, inservible e inútil, adjetivos válidos y acordes a ellos mismos.

El daño por la inacción y el pasotismo durante los primeros envites, cuando el Gobierno nacional tenía que pactar con sus socios para ver como actuar sacando el mejor rédito a sus horizontes políticos, a lo que podemos sumar lo inverosímil de la conducta del poder autonómico catalán, lanzando el irracional mensaje de que los catalanes éramos ajenos a todo esto (“el mal dels castellans”) y que Cataluña era un oasis en el que no iba a pasar lo que al final está pasando, nos ha llevado a unas cifras espeluznantes de afectados.

Esperemos que la lección quede aprendida y se deriven consecuencias políticas que depuren a tanto inepto con cargos y funciones que se les quedan muy grandes. Mientras tanto, nuestro agradecimiento al rey por su labor, esperando que siga interviniendo y ayudando. El 83% de nuestros votantes comparten esa misma visión.