Si algo evidencian los resultados de la encuesta de la semana pasada es la incredulidad de la ciudadanía.

La gente no se cree la información que nos transmiten. Tanto es así que, con un apoyo de 3 de cada 4 votantes, se considera mayoritariamente que nos engañan.

Parece que la credibilidad de los datos que nos comunican o, como aparenta en las comparecencias de los representantes gubernamentales, nos pretenden vender, es más que cuestionable.

Digamos que ya son pocos los que se creen la cifra angustiosa de más de 26000 españoles fallecidos hasta la fecha. Con criterios objetivos y contabilizando todos los afectados y no solo los que se quiere incluir en su famosa curva, la cifra real de víctimas puede superar con holgura esa que nos repiten machaconamente que es la oficial.

Muchos han perdido en este periodo a muchos amigos o familiares y, curiosamente, al no tener diagnosticado el COVID-19, pero sí con sus síntomas, han quedado en el limbo de la contabilización. Como decía la respuesta que ha ganado en nuestra encuesta, aquí hay gato encerrado.

Si ya obviando todas esas personas que han muerto pero no contamos entre los fallecidos por la pandemia somos el ridículo del mundo, no conviene que se nos rían más demostrando con evidencias contables que hemos tenido al peor equipo de gestión posible para hacer frente a esta crisis sanitaria.

Gracias a la capacitación y profesionalidad de los sanitarios, junto a todos los que han estado en primera línea, se ha podido hacer frente a este virus y sus consecuencias. Pero aún queda rematar esta batalla y, no olvidemos, hacer frente a la de carácter económico, cuyas consecuencias son mayúsculas y de difícil pronóstico.

Lo inquietante es, tras demostrar su desastrosa incapacidad en temas relacionados con la Sanidad, pensar que éstos han de recobrar el pulso social y económico de España. Preparémonos para vivir la incompetencia e ineptitud que van a irnos mostrando día a día, haciéndonos recordar que esta crisis ha llegado con el peor Gobierno posible.

Solo un más que ridículo 3% se coaliga con la respuesta que oxigena la tarea del Gobierno, considerando que nuestros políticos del sanchismo-comunismo han dado la talla y aciertan. Huelga comentar más al respecto. El mero hecho de contabilizar un 97% en contra de los dictámenes surgidos del poder político es una clara señal de que no se les considera la mejor opción para afrontar lo que se nos ha venido y viene encima.

Terminamos mencionando que uno de cada 5 votos, en concreto el 22%, apuesta por la vuelta a la normalidad con la mayor disciplina de control posible, con el objetivo de que la crisis sanitaria no rebrote y la económica se mitigue.

El sentido común y la lógica económica rivalizan como consecuencia de esa presión y deseo por volver a vivir, lo antes posible, como era costumbre antes del COVID-19.

Pero, a tenor del resultado de nuestra encuesta, nos vence la duda al saber que no nos cuentan toda la verdad y, con las artes propias del manipulador fanatismo populista, comunes en regímenes comunistas o separatistas (como sufrimos en nuestra comunidad autónoma), se maneja interesadamente la información utilizando a los medios de comunicación serviles, de su cuerda o financiados, para decir lo que quiere y les pide su amo.

¿Prefieres seguir dando palmaditas a este Gobierno de coalición de PSOE y Podemos o cambiar la dinámica de confinamiento?

  • - Hemos de seguir a rajatabla las sabias palabras de nuestros gobernantes. (3%)
  • - Con suma prudencia, control y disciplina debemos pasar página y volver a la normalidad. (22%)
  • - Aquí hay gato encerrado. No me creo ni la mitad y seguro que alguien saca tajada. (75%)
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pedro sanchez pablo iglesias
2020-05-11T14:32:08+02:00

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