Respecto de este asunto del COVID-19 que tanto nos angustia y tensiona, y los aspectos relacionados con él como es la política de desconfinamiento en fases gestionada por el Gobierno de España, empezamos a notar un cierto agotamiento.
Esto es evidente no sólo por el descontrol social y comportamiento de la ciudadanía, muchas veces excusable por la falta de conocimiento sobre lo que se puede y lo que no está permitido, sino por el seguimiento que apreciamos en las comunicaciones planteadas con dicho tema como referente argumental.
En este sentido, entendemos que la nueva frivolidad de nuestros gobernantes habilitando un nuevo escenario en el que se crean fases en términos intermedios, con la puesta en marcha de la fase 0,5 para diferenciar las exigencias de la fase 0 y la 1 con medidas de cierta apertura, complicará aún más la situación.
Es una pena qué, para ésta, al igual que sucede con otras políticas impuestas desde Moncloa, se escuche y atienda con prelación las ideas y demandas de los que solo piensan en ellos. Con dicha cantinela es factible que entremos en una etapa de conflicto que ocasione problemas internos, por el diferente trato hacia unos respecto de otros, sabiendo que hablamos de personas y de su subsistencia económica.
El juego interesado y sectario del Gobierno, diferenciando el trato en función de sus intereses y los apoyos políticos, como ha defendido el 38% de nuestros votantes, se convierte en una preocupación, dado que puede tensionar mucho las relaciones y llegar a crear rivalidades entre compatriotas. Ese porcentaje ha considerado que el partidismo e interés político ha sido la medición real para determinar fases y su aplicación territorial.
Aún da más repelús, incluso, pensar que no podemos quejarnos por tener un Gobierno como el que tenemos. Teniendo que soportar la existencia de gobernantes súbditos de aquellos que tienen el privilegio de hacerles caer en caso de retirarles el apoyo, mientras esperamos a quejarnos cuando ellos mismos nos lo permitan.
Tener un Gobierno cómplice de la situación catastrófica que vivimos y en manos de los que, lastimosamente, pretenden romper España (incluyendo en esto a los podemitas), es el gran dolor de cabeza para los que queremos soluciones.
La opción con más apoyo en nuestra encuesta (52%) ha sido aquella que dejaba claro que estamos en manos de incompetentes que no tienen ni idea de como hacer frente a la situación, lo que no es ninguna sorpresa. Tampoco sorprende que haya sido un testimonial 10% el grado de apoyo mostrado a las medidas adoptadas por el Gobierno, a tenor de los datos que manejan de la evolución de la pandemia.
¿Qué opinas de las fases de desconfinamiento y las diferencias de trato entre unos territorios y otros?
- - El Gobierno usa criterios basados en datos contrastados de la evolución de la pandemia. (10%)
- - Impone criterios diferenciados para determinar las fases con criterio partidista. (38%)
- - No tienen ni idea y van a salto de mata, sin preocuparles las consecuencias. (52%)