Suárez, culpable de crear el estado de las autonomías para contentar tanto al parasitismo social separatista como socialista y comunista, más la adaptación de la derecha a su sistema económico-social. Se pisan las clases productivas (trabajadores, autónomos y empresarios) pagando el coste de esa masa social contraproducente para la sociedad.

En pleno siglo XXI la mayoría de burócratas son descartables y pueden ser substituidos por servidores que funcionen con Linux. Si pasásemos de mantener un coste altísimo en salarios de mediocres inútiles a tener una eficiente, simplificada y barata burocracia llevada por ordenadores e informáticos cualificados, sería la salvación para la economía de la ciudadanía española.

Evidentemente no pienso cortarme en llamar parásitos a la gran mayoría de burócratas que no serían contratados en un McDonald’s y que son un estorbo social, muchos pertenecientes al PSOE, PODEMOS o partidos SEPARATISTAS a los que pagamos.

En plena crisis del coronavirus, tanto el PSOE, PODEMOS y SEPARATISTAS pretenden subirnos los impuestos a los ciudadanos, haciendo huir a las inversiones. Hay que decirlo alto. ¡Esa gente es un problema, y grande!

Cada vez que leo la prensa que los dirigentes de esos partidos pretenden subir los impuestos, pienso que tan culpables son ellos como la gente que los vota y lo que les incentiva a ello. Quizá sea ese el gran problema. Esa clase social.

Pero no toda la culpa se le puede achacar a ellos, sino a la llamada derecha política cómplice que, en lugar de incentivar a los españoles defenderse y deshacerse de ese parásitismo, lo que hace es intentar colaborar con sus políticas económicas para mantener una gran burocracia.

¿Para qué queremos a esa gente, si no aportan nada a la sociedad?

España esta endeudada a niveles tan preocupantes que el PIB está igual que en la crisis de 1898, ¿Pero a esa gente que les importa la sociedad española si lo importante es seguir exprimiéndola? Hemos llegado a niveles de hasta rogar a la Unión Europea que nos salve económicamente. Pero lobbys, subvenciones, caprichos para cargos públicos (podía decir cuales pero no sería educado), inmigración ilegal, incentivación de las lenguas provincianas, burócratas y más burócratas son su etcétera con su etcétera.

El miedo está en el pueblo, que teme perder lo poco que le queda mientras que los izquierdistas con los separatistas van haciendo poco a poco, y ya no tan poco a poco. Mientras,la derecha mira al otro lado a la espera de ganar unas elecciones por si el pueblo se satura.

Señores, que en la sociedad española es primordial que haya un parlamentarismo representativo con su concurso de popularidad cada cierto tiempo es secundario. ¡Hay que reestructurar la sociedad de base!

Antes de la crisis del coronavirus hubo la noticia de que España había 3.000.000 millones de funcionarios. Evidentemente, ser funcionario no es malo, si se es necesario para la sociedad, como militares, policía, médicos o informáticos para gestión de tareas burocráticas… Pero hay muchos funcionarios de administración que estorban y apoyan partidos que son perjudiciales por el clientelismo.

Por esa razón hay que desmantelar las autonomías y considerar a los políticos que las han creado o mantenido cómo culpables de la decadencia social y económica de las clases productivas españolas.

Víctor Milà