Ahora que hay una persecución política a la prensa libre, me sentí con el deber moral y social de escribir este artículo.

A los diferentes gobiernos, tanto el Central como al de la Generalitat, les molesta, y mucho, que destapen casos para mantener a la población engañada. Pero sí hay una prensa rebelde y condenada a no recibir subvenciones e ingeniárselas para ser rentables o simplemente sostenibles.

El gran ejemplo de prensa subvencionada es La Vanguardia, donde la línea editorial del Grupo Godó siempre fue dúctil al poder y no importaba si era Alfonso XIII, Miguel Primo de Rivera, la II República, Franco o actualmente son los voceros de la Generalitat de Cataluña.

Otro de los casos es El Periódico de Cataluña, cuya linea editorial siempre fue ser la voz del PSC, pero en 1998 publicó su versión en catalán, donde convivió con el “catalanismo burgués” de la cúpula de la formación política y la izquierda obrera españolista de sus votantes.

Los casos más flagrantes son los diarios digitales, que ya directamente son separatistas. Por ejemplo el caso de Nació Digital del que se publicó que el 92% de sus ingresos son a base de subvenciones, bajo la excusa de la “Promoción del Catalán”.

Y por no hablar de TV3, que es un canal temático del separatismo más rancio, pero con una técnica espectacular que cuesta al contribuyente más de 320 millones de euros al año. Y eso para vender el rollo de “Presos Políticos” o las aventuras de Puigdemont y lo “mala” que es España y los españoles.

Evidentemente los catalanes de bien tenemos que recurrir a la alguna prensa de Madrid para enterarnos para de lo que pasa. Es muy curioso que tengamos que tirar de prensa externa a la localidad para enterarnos de lo que pasa en ella.

Pero hay excepciones como el digital El Catalán de Sergio Fidalgo, E-Noticies de Xavier Rius o Diari De Girona de Albert Solé. Pero la massmedia está claramente posicionada con las instituciones y eso,evidentemente, por definición, es desinformación.

Y desde que el gobierno del PSOE y PODEMOS quiere controlar las redes sociales aún más. ¿Por qué no penaliza a los diarios separatistas que se dedican hacer artículos de opinión disfrazados de noticias redactadas por gente que tiene un claro interés económico por la subvención?

Se está vulnerando el derecho de la información de la ciudadanía recogida en el artículo 20 de la Constitución Española, bajo el interés de los partidos políticos gobernantes. Que en lugar de gestionar la sociedad correctamente, están mas preocupados por el márketing que tienen y los dividendos que les este les reporta.

Víctor Milà