Encuesta 51

Un apoyo contundente, cercano al 90%, se ha posicionado de forma clara en favor de la respuesta que planteaba el uso propagandístico e interesado de los medios de comunicación públicos, en concreto nos referíamos a las televisiones, en favor de los gobiernos de turno.

Si pensamos en Cataluña, el sesgo informativo y de posicionamiento en favor de la doctrina separatista y todo lo que tiene que ver con hacer sentir vergüenza al hispanohablante, humillar al que se siente español o, por el contrario, ensalzar lo relacionado con su paranoia y encumbrar a los papanatas que dirigen el entramado de abducción de mentes, con el objetivo de sumar adeptos, es un auténtico escándalo.

Soportar en nuestra comunidad una televisión pública que es un saco sin fondos, con unos costes desorbitados y para un público cada vez menor y más sectario no tiene justificación alguna, más todavía cuando el uso de los recursos públicos, que son de todos, debería tener otra salida mucho más acorde a las necesidades reales de los catalanes. Con criterios racionales de eficiencia económica un despilfarro de tal calibre no tendría sentido alguno. Pero, como todos sabemos, es el reducto del fanatismo y el canal oficial del poder separatista, que no tiene problemas en usarlo y manipularlo convenientemente.

Esta situación anómala no parece que tenga remedio mientras perduren en el poder los fanáticos del lacito amarillo. Para ellos el uso de los recursos de todos los catalanes con ese oscuro fin es intocable, máxime si sirve para tener a los suyos contentos, activos, preparados y mentalizados. Es la forma que tienen de sentirse arropados y poder disfrutar de sus reidores de gracias y bufones en nómina, además de disponer de elementos movilizadores e incitadores a conveniencia.

Y, al pensar en el Gobierno de la nación, con la irrupción del comunismo podemita en el control de la televisión pública, la situación no deja de ser un equivalente a la que ya llevamos viviendo muchos años los catalanes. El control del oscuro marqués de la giba de los medios públicos de comunicación, con la televisión española como buque insignia, no deja títere con cabeza tras pasar la segadora tanto entre los lanzadores de mensajes como con las propias comunicaciones, imponiendo el denominador común de la dulcificación de la inutilidad del Gobierno y demonización de todos los planteamientos de la oposición.

Por ello es más que justificado que ese 88% de votantes se signifiquen en favor del cierre de los canales públicos, al ser instrumentos y canales impartidores de doctrina y propaganda interesada.

Solo un 11% de los votos apuestan por reconducir y reestructurar la situación para mantener esos medios hoy contaminados, devolviéndolos a rangos en los que prime la objetividad.

Y, para el restante 1%, las televisiones pagadas por todos no se deben tocar y han de seguir siendo lo que ahora son.

¿Crees que la televisión publica (TVE, TV3, etc) deberían cerrarse?

  • - Sin duda es propaganda del gobierno de turno (88%)
  • - No, se pueden reestructurar (11%)
  • - La televisión pública no se toca (1%)
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2021-01-11T11:44:08+01:00

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