¿Qué opinas de la dimisión del ministro Illa, para ser candidato en las elecciones catalanas?

Para un 70% de nuestros votantes la situación que vivimos con la dimisión del que fuese ministro de Sanidad, el Sr. Illa, para convertirse en candidato a las elecciones autonómicas en plena tercera oleada, con las consecuencias sanitarias en máximos, es del todo inoportuna.

La situación actual de contagios y fallecimientos, además de la curiosa situación en el tema de las vacunaciones y los fallos en las entregas de vacunas comprometidas, así como las carencias de equipamiento para la optimización de las mismas, como sucede con la falta de jeringuillas ideales para la dosificación de los viales, hace poco comprensible su salida en estos momentos del Ministerio.

Su gestión no fue la esperada, siendo más un lastre que un buen gestor, pero atendemos a razones de oportunidad y descrédito cuando coincide la salida, o escapada, con un momento tan singular en el que todo está cogido con pinzas. Que se vaya puede ser ideal, seguro que el que venga peor no lo hará, pero para la imagen de país su salida en estos momentos no parece la mejor prensa posible.

Una cuarta parte de los votos (el 26%) incluye la actitud de Sánchez, al liberarlo, y de Illa, al irse, como la dinámica acostumbrada en la política, en la que lo que se pretende siempre es maximizar el ego de carácter personal y los réditos de partido.

Y, para completar el total de participaciones, nos queda ese escaso 4% que apuesta con su voto por la respuesta que le otorga el derecho a presentarse como candidato. De hecho, lo de la paranoia separatista y el enturbiado clima social en Cataluña debe tomarse con mucha filosofía. Es posible que le vaya mejor en estas lides, si lo comparamos con su gestión sanitaria mientras ha sido el cupo del PSC en el Gobierno de España.