Tras la víctoria judicial de Pérez de los Cobos ante Marlaska…

La conducta partidista y sectaria del Gobierno, al intentar sacar de puestos con poder a personas que tengan como objetivo claro y prioritario la defensa de la nación española, nos ha llevado a otro nuevo momento de bochorno. Sumamos otro ejemplo de comportamiento inoportuno de aquellos que en sus nombramientos prometieron fidelidad constitucional a España pero que, con sus actos y decisiones, en demasiadas ocasiones da la sensación que desprecian.

Nuevamente el poder judicial tuvo que poner freno a una injusticia decidida ministerialmente. Aplicando imparcialidad y rigor, los jueces dejan por los suelos la credibilidad de los que actúan con venganza y sumisión al separatismo, fallando en favor del coronel Pérez de los Cobos. Tras este desagradable incidente el Gobierno debería disculparse públicamente y pedir perdón, haciéndole un merecido reconocimiento por su impagable tarea en defensa de una patria que, para un gran número de los gobernantes que tenemos, y especialmente sus socios, ni es prioridad ni sienten.

El poder judicial, pese a los interesados envites del sanchismo, mantiene su criterio objetivo, imparcial y basado en la legalidad. Por esa razón la decisión del ministro Grande-Marlaska, apartando y despreciando la tarea inmensa del que fuese inhabilitado, se ha considerado inapropiada y carente de fundamento. La vuelta a la normalidad con la recuperación del puesto por parte del coronel, como mando de la Guardia Civil en la Comunidad de Madrid, merece nuestro aplauso pese a la incomodidad manifiesta que puede suponer para los que lo han pretendido eliminar.

Un 99 por ciento es un porcentaje contundente, algo que no había sucedido antes en nuestras encuestas semanales. Prácticamente la totalidad de los votos se postulan en favor de la petición de disculpas y, si viviéramos en un país con políticos normales, la pertinente dimisión del que ha actuado de una forma contraria a la legalidad y se ha visto acallado por los que imparten justicia. No debería quedar en el olvido la evidencia clara de que se adoptan decisiones viciadas y sesgadas en defensa de la continuidad de un Gobierno, en lugar de en favor de España y los españoles. Tan solo el 1% (alcanzado por redondeo al alza) entiende que el tema le es indiferente y un porcentaje nulo, del 0%, cree que el ministro actuaba sin malas intenciones. Con estos repartos de porcentajes huelga darle más vueltas al asunto.