¿Crees que puede haber reconciliación con los separatistas?

A tenor de los resultados de nuestra última encuesta la desconfianza se adueña del sentimiento de nuestros votantes. Tanto es así que, para algo más de dos terceras partes, se considera imposible la reconciliación de las dos mitades de catalanes que la obsesión fanática del separatismo y el “procés” ha generado. Nos guste o no, la sociedad en la actualidad diferencia entre bandos. Los que nos regimos por la legalidad vigente y los que tienen como objetivo y meta saltársela.

La convivencia y el civismo, además del progreso y desarrollo, de lo que hacíamos gala, se ha dilapidado desde que el virus amarillo ha dejado de estar latente en la sociedad, para surgir con toda su virulencia tras las dosis inoculadas en la escuela y los medios manipulados por la Generalitat. Los comportamientos incívicos, sectarios y violentos, incitados en contra de todo lo que tenga que ver con la nación de todos, España, y la lengua común, el español, se han convertido en algo cotidiano.

La sensación de quiebra social es evidente, quedando reflejado en ese 68% que augura una imposibilidad de reconciliación. La opinión mayoritaria es que se impondrá la tozudez del victimismo separatista, que seguirá erre que erre en sus pretensiones, a pesar de los ofrecimientos (inmerecidos) que se les haga. En especial en ese tema tan delicado e inconstitucional como puede ser aceptar su juego con la demanda de referéndum, que será recurrente hasta que salga lo que anhelan.

La segunda respuesta con mayor acogida, casi uno de cada cuatro votantes, ampara su decisión en la complicación que supone perdonar y hacer un borrón y cuenta nueva tras tanto exceso y violencia soportado por el constitucionalismo. Y tan solo un 8% da pie a que exista una posible mirada adelante, olvidando rencores y el daño generado por los profesionales de cortar la circulación viaria, quemar infraestructuras públicas o agredir al que defiende los postulados constitucionales.