Hace años, en 1996 hubo el Pacto del Majestic, donde Jordi Pujol le pidió a José María Aznar que cediera casi todas las competencias estatales que le quedaban a la Generalitat de Cataluña para poder Gobernar y eso políticamente fue “pan para hoy y hambre para mañana”…

Han pasado más de 20 años de eso.¿Qué nos encontramos hoy?, pues que hay un gran enchufísmo político y una desafección por las instituciones españolas. Es cierto que en la llegada de la democracia a España ha habido una degradación estatal paulatina. Y el mejor ejemplo es sólo ver a los representantes políticos que tenemos.

Jordi Pujol dijo a Aznar, que no se sentía cómodo viendo la Guardia Civil en las carreteras catalanas. Suena ridículo pero fue así. Por aquel entonces el bipartidismo PP-PSOE brillaba y no había esa desconfianza en la política que tenemos la ciudadanía española actualmente.

Llegó el Golpe de Estado del 9 de noviembre del 2014, Rajoy no dio la orden de actuar y es cierto que los separatistas no consiguieron la independencia, en un ridículo referéndum que en la practica fue un insulto a todos los españoles. Pero en octubre del 2017, con el gobierno de Puigdemont parecía que iba más en serio y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad tuvieron que actuar para neutralizar esa provocación y esa humillación internacional.

Después hubo la aplicación laxa del Art. 155, aunque también reconozco que esa laxitud evitó un confrontamiento civil en Cataluña. Pero no se cerró el sistema autonómico por el interés que mueve a todos los partidos políticos que gobernaban por aquel entonces.

Pero las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que vinieron estuvieron mal atendidos por las instituciones catalanas e incluso acosados por los separatistas. Casos como el barco “Piolín” representa una de las humillaciones que recibieron los agentes, aparte de que muchos hoteles se opusieron a acoger a los agentes por la ideologia de sus propietarios y/o no enfrentarse con la Generalitat.

Yo conozco a varios agentes y son gente de honor, cosa opuesta a muchos políticos en España independentemente del color que profesen. Y han soportado lo indecible.

La humillación más reciente es la expulsión de los agentes de la comisaría de Vía Layetana de Barcelona por parte del Ayuntamiento de Ada Colau y de la Generalitat de Pere Aragonés. Una comisaría que ha sido tanto centro de acoso separatista como avalada por los ciudadanos por la protección que nos ha dado y da.

Con una Generalitat corrupta hasta la médula, llena de trabajadores públicos puestos por intereses partidistas y extremistas de todo tipo, fuerzas como la Policía Nacional, la Guardia Civil y los Ejercitos deben ser reclamados por los ciudadanos civiles en masa.

Por eso el próximo día 27 de mayo a las 19h, Cataluña Suma por España hará una concentración para que los ciudadanos muestren su apoyo a los agentes y a su permanencia en Cataluña.

¿Qué Cataluña nos quedaría si permitimos que el gobierno de Sánchez los disuelva? Aunque para mí Sanchez tiene el mismo nivel y valor que los separatistas.

Víctor Milà