Yo nací en 1982, meses antes de la primera mayoría absoluta de Felipe González. Mucha gente considera esa victoria del PSOE como el fin de una “modélica” transición donde la verdad fueron los años de fuego en España.
La democracia llegaría como sistema político después de la dictadura, pero no se construyó bien porque Adolfo Suárez, sea por lo que sea, quiso integrar a sectores políticos y crear un gran sistema autonómico recordando a Yugoslavia.
Y la España actual me recuerda mucho a la Yugoslavia de la preguerra, donde desde la muerte de Josip Broz “Tito”, todo el mundo en las diferentes federaciones de la Liga de los Comunistas de Yugoslavia quería hacer la suya. Dicho de otra forma… Las independencias y las reconquistas. Muy típico de los países sin liderazgo.
Yo evidentemente no estaba en 1975, pero entre que me informé y lo que me comentaron mis padres, más o menos pude hacerme una idea. No presumiré de clara porque no lo viví segundo a segundo, pero puedo mantener una conversación con gente mayor sobre el tema.
Cuando era pequeño me intentaron vender los medios de la época las bondades de Adolfo Suárez y de Felipe Gonzalez. Pero con los años sólo vi que el primero cogió un país próspero donde tenía la deuda el 7% del PIB, pleno empleo y una construcción industrial, a convertirnos a la actual 125% de deuda del PIB, unas tasas de desempleo que doblan o triplican a las europeas y bueno, de nuestra economía mejor no hablar, por lo dependiente de lo que es, fundamentada en los servicios.
“Semos Uropeos i Memocráticos” pero un país de camareros que van a Alemania como si fuéramos turcos, perroflautas ninis que nos dicen cómo hemos de pensar y vivir recién salidos de universidades que parecen vertederos de separatismo y/o comunismo. Mientras que Europa permite que los Países Bajos importen y especulen con productos agrícolas del tercer mundo, mientras que en nos subvencionan por tirar los nuestros de mejor calidad y cumpliendo las normativas sanitarias, a la basura.
Claro que España puede construir una democracia, pero si la construye bien, sino, para qué la queremos, necesitamos centralizar el país como si fuera agua para un sediento moribundo y además deshacernos de muchos cargos y empleados públicos. Porque sí. Hoy hay tantos burócratas que viven bien exprimiendo a un sistema productivo que ya no puede ni dar leche.
Y para más inri, ¿qué hacen separatistas viviendo del heraldeo público? Es la forma de legitimación para destruir el Estado de Derecho y el de Bienestar.
Estamos en una sociedad en el que la vida de un socialista o un separatista vale más que un bebé o un anciano. Con el aborto y la eutanasia, que sólo sirven para que el estado no pueda hacer economía social y de paso los burócratas y políticos ganen aún más.
Lo único bueno del proceso actual es que obliga al pueblo a despertar. La Constitución del 1978 está muerta desde que empieza el nuevo proceso con los indultos del PSOE a los separatistas. Y en serio. Yo soy de la mentalidad de que si no aportas a la sociedad, la propia sociedad debe deshacerte de ti. Por eso me pregunto para qué necesitanos a los socialistas, comunistas y separatistas.
Somos la democracia que ETA quiso,matando a más de 1.000 personas. Pero es rentable para ellos.
Hoy el PSOE “digamos” que está a la merced de Bildu, ERC y Podemos. Pero digo “digamos” porque piensan igual. Por su desprecio a lo que representa España y a su gente.
Sólo pensar que están vivos mientras ellos están a favor de matar con la eutanasia y el aborto me enerva y creo que hay que hacer una “reestructuración social” si queremos que al final podamos ser una democracia con Estado de Derecho y prosperidad.
Víctor Milà