¿Qué opinas del fondo de la Generalidad para pagar las fianzas que pide el Tribunal de Cuentas?

Pocas dudas quedan ante la cuestión planteada la semana pasada.

Para el 71% de los participantes en la encuesta la solución era tan sencilla como cumplir con las penas impuestas y que todos los implicados en la trama de la pantomima del 1 de octubre del 2017, del modo que fuese, vieran consumir su futuro dentro de centros penitenciarios durante décadas.

Esa era la mejor manera de evitar calentones a los hiperventilados golpistas y todo su séquito, apaciguándoles las ganas de reincidir y volver a la carga. Pero, por el contrario, la pacotilla de gobernantes del sanchismo ha preferido la intromisión política en los asuntos judiciales, la inmoralidad de hacer al Gobierno nacional cómplice y valedor de los separatistas, el perdón y arrodillamiento ante los golpistas y la humillación con alianzas junto a los que quieren romper España. Todo por el rastrero y caprichoso egoísmo que supone el afán desmedido por disfrutar de más tiempo en el poder alimentando egos.

Mucho nos queda hasta que las urnas nos brinden la oportunidad de librarnos de esta úlcera sangrante, capaz de valorar la opción de privar de sus ahorros a las familias para compensar con ello las vergüenzas en su gestión. Nuestro presidente, con estos planteamientos casi dictatoriales, cada día parece más “Maduro”.

Disfrutando del máximo esplendor de la versión chavista de este lado del Atlántico, las sorpresas pueden ser infinitas y la necesidad de revertirlas se hace angustiante, por lo que se nos puede hacer muy larga esta segunda parte del mandato del que quiso ser baloncestista. Esperemos que algo de España quede vivo cuando se vaya y se pueda arreglar todo el destrozo ocasionado.

El complemento a la respuesta anterior, que apuntalaba a los malos en la cárcel como verdadera solución, es la que planteaba la ridiculez de disponer de un Gobierno en la comunidad catalana capaz de usar recursos de todos los catalanes para evitar penas y sacrificios de algunos, pagando entre todos los gastos ocasionados por el circo del día del multivoto. En un contexto como el actual, en el que la energía se concentra en intentar salir de la crisis derivada de la pandemia, duele mucho ver como el dinero público sirve para ayudar y beneficiar a maleantes, costeando sus fechorías con las aportaciones de todos. El 29% ha dado su apoyo a la opción que planteaba la vergüenza ante tal abuso en la utilización de los presupuestos públicos.

Para acabar significar que un único voto, lo que ni de lejos consuma el logro de un irrisorio 1%, muestra su comprensión y apoya esa dotación presupuestaria ridícula y sectaria. Sobran más comentarios.