Encuesta 97

El revuelo alcanzado socialmente, tras la jurisprudencia en favor de la impartición docente de un mínimo del 25% de clases lectivas en lengua castellana en los colegios de Cataluña, ha sido mayúsculo.

El victimismo de los sectores separatistas, atrincherados en la lengua como herramienta básica en la que cimentar la diferencia entre los catalanes buenos y los catalanes de segunda, se ha visto tocada con este fallo judicial que deja poco margen de maniobra.

Para los acostumbrados a escaparse de los dictámenes judiciales contrarios a su obsesiva y fanática postura, les queda la salvaguarda del Gobierno de la nación. Este es su principal aliado para seguir riéndose de la Justicia y campar a sus anchas con el abuso y la prepotencia por bandera. Dicho comodín, en favor de los intolerantes, dice muy poco en favor de los gobernantes que deberían asegurar el cumplimiento de los fallos del independiente poder judicial. Estando como estamos en manos del socialcomunismo, apadrinado por los caciques del separatismo, la cosa no pinta demasiado bien. Y lo decimos, incluso, en circunstancias como las actuales en las que la voz justa y neutral de los jueces dejan claro la pauta a seguir.

Nuestros votantes han dado como respuesta vencedora la que considera muy favorable la sentencia, dando sentido a la cooficialidad de las lenguas castellana y catalana en la comunidad de Cataluña. La resolución se enfoca como un primer paso para alcanzar la ansiada equivalencia en el trato de ambas, con una posible elección de la lengua vehicular en la escuela o, en su defecto, la equiparación al 50% en el uso docente de ellas.

Que la Justicia haya acreditado ese 25%, un logro que sería mayúsculo sabiendo lo difícil que es mover el criterio de los que basan su doctrina de mentira y mentalización en la imposición de una de las lenguas en la educación, da esperanzas para que en el corto o medio plazo se pueda acceder a la igualdad como norma. Hemos de superar esta visión exitosa cuando lo que se logra es un reparto de tres horas a una, en perjuicio de la que es común para todos los españoles.

Mientras esperamos que crezca dicho porcentaje de sumisión que hoy consideramos un logro, lo que para el 81% ha sido la respuesta elegida, esperemos que, al menos, los fallos del Tribunal sean asumidos y cumplidos, lo que ha sido la apuesta del 17% de nuestros votantes.

Existe una duda razonable de que la inquisidora y supremacista doctrina de imposición sin contemplaciones se vea alterada, aunque lo haya dicho así el Tribunal Supremo. La chulería de los gobernantes regionales obsesionados en su enfoque separatista, junto a la connivencia de los que suplican sus caricias para seguir apoltronados en el poder, vaticinan un cumplimiento de las sentencias más que cuestionable. La prioridad sigue siendo la de satisfacer las ilimitadas necesidades y hambre del amo separatista que, hoy, es el que manda en la nación española.

El enfoque continuista, con la imposición del catalán en la escuela (lo que ellos llaman inmersión), tiene también sus seguidores en nuestra encuesta. Un 2% ha votado en favor de ello, aun suponiendo un ninguneo y humillación a una lengua que avanza en el mundo y que es un patrimonio universal que se fomenta y respeta por doquier. Orgullo mundial que, desgraciadamente, sucede en todo el mundo salvo en donde la lengua es nativa, al ser España el único país en el que la lengua española está vetada en la escuela y se pretende apartar de la vida social. Y lo dicen con el ánimo de proteger lo que consideran erróneamente suyo, sin darse cuenta que muchas veces esa actitud de trágala actúa justo de modo contrario al pretendido.

Los niños catalanes no se merecen este trato abusivo que condiciona su formación y les limita la proyección y desarrollo a futuro. Una situación en la que se exceptúa, en muchos casos, a los hijos de los que mandan que, conscientes de la realidad e incumpliendo lo que exigen al prójimo, pueden costear para sus descendientes escuelas en las que el pisoteo a la lengua de Cervantes no se produce.

¿Qué opinas de la sentencia del Tribunal Supremo y el 25% de español en las aulas?

  • - Muy bien, pero es insuficiente. La elección de lengua vehicular o el 50% debería ser la norma. (81%)
  • - Lo importante es que los fallos judiciales se cumplan por la rebelde Generalidad. (17%)
  • - Se debe proteger el catalán, aunque sea ninguneando y pisoteando derechos de la mayoría. (2%)
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2021-11-29T13:01:12+01:00

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