Durante estos días se ha hablado mucho de la reforma laboral y de la facilidad del despido que contrajo pero también la mano de obra barata que generó. ¿Pero qué repercusiones sociales y económicas ha traído?
Hay que considerar que España es un país saturado de funcionarios de administración, vaya, lo que llamamos vulgarmente burócratas. Y claro, no generan riqueza a la nación. Ojo se necesitan algunos, pero no la cantidad que burócratas y cargos públicos que tenemos en todas las Administraciones que tenemos en España. La más innecesaria y perjudicial para la sociedad son las autonomías, especialmente a la de las Vascongadas y Cataluña.
En España, gente improductiva como los separatistas que hay en la Administración disfrutan de demasiados privilegios, cuando cada derecho que se les da repercute socialmente a las clases productivas bajando salarios y subiendo impuestos que destruyen las clases medias.
España debería ser un estado más industrializado, pero podemos hablar de que huyen por los socialistas, comunistas de Podemos y separatistas, pero también una derecha pasiva que está en convergencia con los intereses de los anteriores, y todo en nombre de la “democracia”.
Ese amparo que hizo M. Rajoy, permitió el mantenimiento de la gran masa abultada de incompetentes burócratas que podrían ser en su mayoría sustituidos por servidores en red con Linux. E incluso informáticos experimentados serían, con más legitimidad, los funcionarios.
Esa reforma laboral de M. Rajoy, la habría hecho el PSOE igual o un poco más edulcorada, pero la habría hecho, por que el sistema se protege del pueblo y de sus intereses. Y que la hiciera el Partido Popular fue un alivio para los socialistas, porque que no quedaban como los malos de la película.
¿Se podrían haber creado más empleos, sin perder los derechos laborales? Evidentemente, sí.
Pero eso no interesó a nuestra clase política, ni burocrática (repito hay muchos separatistas también viviendo a costa del pueblo español a base de impuestos) Pero un PSOE, el de Pedro Sánchez, dispuesto de destruir la nación por solo ser cinco minutos más de presidente, y venderla a los intereses de los separatistas, más que todo en la política, es imagen. Pues que le cuesta a Pedro Sánchez aliarse con quien sea. Y por eso la derogación.
Lo más curioso de todo, y no quiero malgastar tiempo explicando que la derogación también lo votó el partido zombi de ciudadanos. Le llamo zombi porque está muerto pero aún se mueve. Y en las próximas elecciones el único resultado será que Inés Arrimadas cobre de diputada del grupo mixto y esperemos que ni eso. Y es una pena cuando fue una esperanza para hacer frente al separatismo.
Víctor Milà