¿Casado se presentará en las próximas elecciones generales?

Los acontecimientos a lo largo de la semana pasada nos han superado y han condicionado en gran medida la opinión en nuestra última encuesta.

Al consultar acerca de la posible presentación del actual presidente del PP como candidato en las próximas elecciones generales, parece que la decisión ya está tomada de forma definitiva tras las reuniones durante el último tramo de la semana pasada, en las que participaron todos los pesos pesados del partido con los que Casado quiso debatir acerca del tema.

A la hora de determinar la mejor candidatura alternativa a la de Pablo Casado, tras quedar sobrepasado en este desafortunado espectáculo en el que su Secretaria General ha tenido gran relevancia, la apuesta más valorada entre nuestros votantes ha sido la de apoyar el liderazgo del PP nacional en favor de la agraviada con todo este lío doméstico. Ayuso dispone de un 52% de votos a favor, aconsejándole atrevimiento y un paso adelante como opción sustitutiva a Casado.

No se valoró la opción Feijoo en la apertura de nuestra encuesta y, a fecha de hoy, parece que es la que cuajará tras el Congreso del PP. Cita a la que, por cierto, llegará Casado como presidente en activo. El candidato gallego vuelve a estar en boca de todos y parece que, está vez sí, será el elegido.

Esperamos que esta decisión, que fundamenta la continuidad en una solución que recuerda mucho al modo de actuar de la vieja convergencia catalana camuflada de hace un tiempo, no defraude a los votantes que suman su apoyo al PP como partido defensor de la España constitucional, y que son contrarios al supremacismo sectario y rupturista de los que piensan en lo propio más que en lo de todos.

Lo que está claro es que el desgaste del todavía hoy presidente del partido le ha desacreditado por completo. No ha podido revertir un error que le ha llevado a un horizonte que no estaba previsto en su hoja de ruta, con Moncloa como destino. Solo un 5% de los votantes pensó en la viabilidad de su continuidad en la candidatura como cabeza de lista del PP, tras el trabajo de depuración que ha llevado internamente en el partido y que se había logrado transmitir a la opinión pública, siempre condicionada por la dinámica de manipulación y engaño desacreditador que han llevado a cabo de forma reiterada los medios afines al social-comunismo gobernante que solo ven lo que quieren e interesa a los suyos.