En 1920, Lenin en plena época de la Guerra Civil Rusa y su gestión de “Comunismo de Guerra” escribió su libro, “La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo” dónde acusaba a Rosa Luxemburg y Karl Liebknecht de filosofar y no actuar mientras que la economía rusa también era víctima de los filósofos de turno.Para entender eso hay que entender las diferentes ramas de los diferentes socialismos.
Y en ciencias políticas y en la filosofia poshegeliana se hace la nueva interpretación de la izquierda y de la derecha. Alguien ducho en esta materia sabría que existen socialismos derechistas, al igual que en las actuales democracias no se nos caen los anillos en ver izquierdistas capitalistas. El primer exponente fue el vividor Lev “Trotsky” Bronstein, repudiada su posición de doctrina económica con su forma personal de vida, aunque Lenin se lo repensaría tras que Trotsky recreó el Ejercito Rojo en la Guerra Civil Rusa.
Tras esta aclaración, iré a la actualidad para hablar sobre los izquierdistas capitalistas que tenemos en España, como Pablo Iglesias o Pedro Sánchez, cuyos postulados sociales y económicos arrasan con la sociedad mientras ellos y sus acólitos se enriquecen. Pero el auténtico culpable de que Sánchez esté donde está es tanto del sistema democrático tan abierto y clientelar que hay en España y de sus votantes, por que una cosa he de reconocer, Sánchez cumple y alecciona a sus votantes para mantenerse en el poder.
En el PSOE hay la corriente mayoritaria y que es el mayor apoyo a Pedro Sánchez se llama Izquierda Socialista, donde formulan nuevos aspectos del antiguo marxismo para poder aplastar más a la sociedad y aprovecharse. Evidentemente con apoyos tanto económicos y logísticos nacionales e internacionales que todos conocemos y cuya principal referencia es la izquierda estadounidense, donde curiosamente los llaman “Liberales” por el antiguo posicionamiento Whig.
Pero no nos podemos quedar ahí, también hay referentes europeos como Antonio Gramsci, que murió en la cárcel en la Italia de Mussolini, que al ver que los obreros y campesinos se movilizaban por el Fascismo (una forma de Derecha Socialista), Gramsci abogaba por la Guerra Cultural progresiva, que consistía en un constante adoctrinamiento en cuestiones de autodegradación social para que los marxistas de izquierda llegaran al poder. Como el reconocimiento de los movimientos LGTBI+, como la degradación de la educación, la tolerancia a la inmigración, el materialismo que enajena a las personas para que no puedan agarrarse a una moral…
Y esto donde más se trabajó fue en la Escuela de Frankfurt que refinó los posicionamientos de Gramsci. Hay que entender que los ideólogos de la Escuela de Frankfurt eran comunistas judío-alemanes en el periodo de la República de Weimar.
Está claro que la separación social actual es produce por quién acepta vivir con esos postulados, dejando de ser una persona para convertirse en un problema social para cualquier nación occidental. Mientras que los trabajadores que no siguieron las tesis marxistas (la mayoría aplastante), autónomos y empresarios industriales por ser creadores de riqueza, están a la merced de los financieros.
“La tolerancia” es el mecanismo por el que las clases productivas sucumben ante la izquierda. Porque hay que pensar que el ser humano tiene su mecanismo tanto biológico y social como mamíferos que somos. Mientras que la izquierda, tanto socialista como capitalista, quiere sentirse como Dios en su lucha contra la naturaleza por sus complejos. Y cómo tienen complejos y son peligrosos necesitamos hacer la lucha cultural, la social y la económica. E incluso, por qué no decirlo, ¿qué nos aporta esta gente en la sociedad? ¿y una solución?: a veces en la vida, si quieres tortilla hay que ser consciente que hay que romper huevos.
Porque no sólo es un fin, es la supervivencia de la gente en sus naciones, en especial las europeas.
PD: Recuerdo que el cacique gallego (ya sabéis de quién hablo) no se esconde para llevar unas políticas similares a las del PSOE.
Víctor Milà