Este artículo lo escribo tras ser incendiado el coche de Josep Bou (Concejal en Barcelona por el Partido Popular) mostrando todo mi apoyo y solidaridad, ganada por su defensa de los derechos civiles de los constitucionalistas en Barcelona desde la oposición en el Ayuntamiento de Barcelona.

Es conocido que en Cataluña hay una clara división social, pero la verdad es que ya no se puede solucionar hasta que pasen unas cuantas generaciones.

Hace falta ser valiente para decir verdades y aún más militando en un partido político. A veces la verdad genera muchos enemigos porque los intereses de instituciones públicas y personas físicas pueden verse atacados.

El caso es que el Ayuntamiento de Barcelona, regido por Ada Colau, es tolerante y cómplice con la okupación y el movimiento okupa tiene una relación con el separatismo de la ciudad. En resumen, con toda la escoria de la ciudad.

Josep Bou, un catalán de pura cepa y un empresario con consciencia social, desde su concejalía ha denunciado públicamente el apoyo del Ayuntamiento a los okupas así como la degradación social y económica que sufre la ciudad.

Eso no gustó al colectivo okupa, y un tal Víctor Bote Díaz (@3bote3 en twitter) amenazó al concejal barcelonés justo antes de que su vehículo apareciese incendiado.

Eso me dio qué pensar: hay dos bandos, los catalanes que defendemos la españolidad de Cataluña, intentando construir una sociedad más eficiente para que sea mejor, y gente que es destructiva para la sociedad.

Esa división hace que sea imposible “Gobernar para todos”. O se gobierna para la gente de bien o se gobierna por gente antisocial encarnados en separatistas, okupas y gente de la dogmática izquierda.

Es comprensible que la gente trabajadora no se dedique a hacer revoluciones, porque hay que trabajar para poder pagar el pan y el techo. Eso hace que haya vía libre para los enemigos del pueblo en una democracia liberal.

Me suena infantil lo que dicen varios políticos constitucionalistas de que van intentar “Gobernar para todos”, eso es inviable con la sociedad que tenemos, porque socialistas, comunistas y separatistas tienen claro que sus objetivos políticos están por encima del bienestar social.

Pobre pueblo, que está a la merced de esos enemigos, porque ya los podemos llamar enemigos desde el ámbito más personal, tras la decadencia que sufre tanto Barcelona como Cataluña.

Hoy lo que pasa en nuestra autonomía es resultado de las políticas de abandono que ha hecho el gobierno central y aún así he de recordar las numerosas manifestaciones de apoyo a la unidad territorial que hemos hecho los que defendemos España, manifestaciones convocadas por diferentes asociaciones civiles, como la nuestra, Cataluña Suma por España y antes Espanya i Catalans, en los 12 de Octubre y 6 de Diciembre.

Para acabar, he de decir, que defender España no es solo llevar la bandera, sino el defender un estado del bienestar, y evitar que las economías de sus regiones estén controladas por intereses partidistas secesionistas.

Víctor Milà