¿Qué crees que supondrá el caso PEGASUS?

Con la duda acerca de si la aparición de casos cada cierto tiempo, con un claro enfoque de erosionar el poder del Estado, se debe a la lucidez y planificación del mundo separatista o, por el contrario, tiene que ver con que tenemos un Gobierno cafre e inútil que no sabe responder a las expectativas de la representatividad que ostentan, nos enfrentamos a un nuevo enredo como es el del caso Pegasus.

Es bastante probable que la realidad sea combinada y estemos viviendo un plan eleborado de acceso a los poderes de la inteligencia nacional, por parte del golpismo, para evitar las trabas que les pueden poner en la nueva intentona que ya debe estar cociéndose. Una posible estrategia diseñada por los guionistas del separatismo que saben que es su momento, al verse favorecidos por la torpeza e ineptitud de un equipo gubernamental que, en su incómoda bicefalia, está en sus manos.

El caso Pegasus no debería ser nada del otro mundo en un país normal. Algo totalmente coherente en el seno de una nación que quiere protegerse de sus principales riesgos y enemigos, sean éstos exógenos o endógenos. Pero este caso roza la ridiculez, con la clara sospecha de que la inteligencia española ha picado el anzuelo de los que han elaborado un plan de descrédito, con el objetivo de acceder de primera mano a los secretos de Estado.

Lo que está claro, y así lo significa un escaso 5% de votos, es que esto no va a suponer el fin de la legislatura ni que el separatismo abandone la opción política que más beneficios le puede reportar. El incompetente Sánchez continuará porque es el mejor títere para los separatistas.

Es bastante probable, lo apoya el 19%, que haya un cabeza de turco que pague los platos rotos y tenga que asumir el coste político de todo este follón. Y, para hacer daño a España, que mejor que eliminar del equipo ministerial a la ministra TOP, la que más siente los colores que representa. La ministra Robles está en la diana al ser la que controla a Defensa y se sabe que tiene un criterio claro y lógico de lo que es prometer la Constitución y su plena vigencia.

Pero la opción ganadora, con el 76%, es clarividente al ver una solución a este desaguisado que supondrá mayores concesiones y cesiones en favor del mal. Tanto es así que ya están con presencia en la comisión de secretos oficiales y con acceso a la información de alto secreto. El objeivo que perseguían, en primera instancia, ya lo han logrado. Ahora toca ver cual es el siguiente capítulo. Tener un Gobierno repleto de impresentables carentes de patriotismo nos aboca a la sorpresa continuada y desagradable.