Encuesta 127

Es una costumbre, especialmente en nuestro país, que los políticos salpicados por temas que deshonran la tarea pública, o que han sido señalados como no muy fiables en su profesionalidad y compromiso al servicio de los ciudadanos, les cueste mucho abandonar el filón económico que conlleva un cargo. Nunca perdamos de vista que la nómina asegurada, además del ego henchido que viene en paralelo, son los únicos factores que realmente preocupan a la mayoría.

Para los que no han dado un palo al agua y desconocen que será de sus vidas tras dejar de chupar de la teta de las arcas públicas, el mero hecho de renunciar al grifo abierto les supone un auténtico quebradero de cabeza. No olvidemos que son muchos los políticos que alardean de que hicieron carrera en un partido desde la pubertad, así como los que disponen del don político de modo innato, tras experiencias laborales amplias y solventes como son el pasar un código de barras por el escáner de la caja de un supermercado, reponer estanterías en una tienda o impartir doctrina con un puñado de horas lectivas a la semana.

Por eso les cuesta tanto decir adiós al poder. Plantearse la vida a futuro madrugando, sudando o con cansancio al final de la jornada no va para los que nacieron con el foco puesto en ser burgués o casta. En este sentido, el miedo a trabajar es la respuesta con más apoyo en nuestra encuesta (el 51%), lo que apuntala la idea antedicha de que no dimiten, en tiempo y forma, siendo casi necesaria el agua caliente para limpiar el borrón, por miedo al mercado de trabajo y tener que ganarse las habichuelas. Aunque siempre cabe la posibilidad de un “carmonazo”, si te has labrado bien el camino durante el tiempo de vacas gordas.

Muchos descartan la dimisión por la chulería que lleva implícita la supuesta inmunidad, lo que piensa el 41% de nuestros votantes. Lo que contradice esa norma básica que nos supone a todos iguales ante la ley, pero que muchas veces nos cuestionamos, al ver el modo en el que los políticos de dudosa fiabilidad eluden sus responsabilidades pese a las evidencias.

Y, como ya dijimos, junto al tema económico hemos de contemplar el ego, lo que ha sido apoyado por 8 de cada 100 de nuestros participantes en la encuesta semanal.

¿Por qué a los malos políticos les cuesta tanto dimitir?

  • - Les pierde el ego. (8%)
  • - Tienen miedo a tener que trabajar. (51%)
  • - Se creen inmunes a todo. (41%)
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2022-06-27T11:33:18+02:00

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