Encuesta 138

La identificación de nuestros votantes con la reivindicación que llevaremos a cabo el próximo domingo 18 de septiembre en las calles de Barcelona, en defensa de la lengua española en la educación catalana, es absoluta.

Viendo los resultados de nuestra consulta, tenemos por un lado los que participarán con el claro ánimo de romper con un modelo supremacista y prepotente como es el de la imposición lingüística, con el apoyo del 90%. Y, por otro, disponemos de otra respuesta que suma el 10% de los votos restantes. En este segundo caso su enfoque es el de buscar la tolerancia -a veces pecamos de ser muy ingenuos-, de los dirigentes de la Generalidad de Cataluña. Esperamos, sorprendentemente, que entiendan que su política educativa monolíngüe es del todo sectaria e irrespetuosa con la mayoría social que vive en esta comunidad. Una región en la que, a pesar de años de inmersión y de políticas inquisitorias con la lengua, sigue siendo mayoritariamente castellanohablante, lo que les saca de quicio y provoca decisiones como ha sido la supresión absoluta de lo que ellos odian, la cultura y lengua universal que adoran en todo el mundo hasta ir camino de los 600 millones de hispanohablantes, impidiendo su uso en los colegios, incluso, hasta en las comunicaciones fuera de las aulas, lo que certifica y blanquea su conducta fanática y de abuso autoritario.

Como era previsible, la tercera respuesta planteada no tiene seguimiento por parte de nuestros seguidores y votantes. Para todos es evidente que se usa la lengua catalana como factor adoctrinante y diferenciador en favor de las posturas separatistas, lo que no debería darse haciendo de las dos lenguas oficiales de los catalanes algo propio por igual. Pero su apuesta ha sido la de buscar la repulsa hacia una de ellas, algo que aplaude e incita el minoritario 27% del censo electoral, más los que sabíamos desde el principio que no iban a ser fiables defensores de la legalidad constitucional.

Todas las mentiras que se inventan en la escuela para creer que Cataluña es el centro del orbe, generando odio y desligando a la sociedad de todo lo que sea español –incluido el idioma universal que tanto orgullo debería provocarnos-, debe ser más fácil de comunicar si se hace en la lengua impuesta por el fanatismo separatista.

Enfocar el fin de la pandemia hacia humanos que solo piensan en “laindependencia” trae consigo horror, al estar hablando de cosas serias como es la situación de miles de enfermos y la mortalidad que trae consigo. Pero esa es la realidad a la que nos enfrentamos siendo gobernados por los que viven en su paranoia, con mentes fanáticas convencidas de que, lográndola, se vencería al mal vírico que hoy protagoniza nuestro día a día.

Acabamos con la valoración de la tercera de las posibles respuestas a nuestra encuesta. La que supone esa cuota de comprensión con el Gobierno que, una semana más, mantenemos en este caso con el 2% de los votos. Se trata de la opción elegida por los que dan por sentado que el descanso vacacional de nuestro eminente doctor en economía es merecido y que el equipo que le hacía el relevo (si lo hubiera o hubiese) compensaba su grandísima e inigualable contribución. Ahí es ná.

¿Asisitirás el domingo 18S a la manifestación en defensa de la vehicularidad del español en la escuela catalana?

  • - Por supuesto, hemos de acabar con la imposición lingüística del catalán. (90%)
  • - Si. Los gobernantes deben ser más tolerantes con nuestra realidad bilingüe. (10%)
  • - No. Es vital seguir utilizando la escuela y la lengua en favor del separatismo. (0%)
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2022-09-12T11:14:03+02:00

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