¿Qué te pareció la pitada a Pedro Sánchez por hacer esperar a S.M. Felipe VI el pasado 12 de octubre?

En otro detalle propio de un ególatra que irradia narcisismo con chulería extrema, pudimos ser testigos de la falta de respeto que manifestó el impresentable que ejerce como presidente de España, haciendo esperar a nuestro Jefe de Estado en la celebración del día de la Fiesta Nacional de España y de la Hispanidad el pasado 12 de octubre.

Una demora cuyo único objetivo era mitigar la bronca pública que, en formato pitada de los asistentes, sabía que le esperaba. Una demostración de “cariño” que, en formato ruidoso y de queja, demuestra el asco que sienten los españoles hacia este personaje que no podemos comparar con ningún otro político precedente, ni siquiera con Zapatero, que pensábamos sería imbatible.

Sólo un 1% le otorga a Sánchez el privilegio de hacer lo que le plazca, dado su cargo. El restante 99% se opone a esa posibilidad de incumplir el protocolo y ser irrespetuoso con el Jefe de todos, el rey Felipe VI.

El reparto de ese 99% es casi a mitades, entre los que apuestan por ser unos merecidos abucheos y los que consideran que lo acontecido no deja de ser otro ejemplo a añadir de ridículo, en una nueva desfachatez a sumar para el recuerdo.