¿Crees que se debe permitir manifestarse contra la propia nación?

Manifestarse en contra de la propia nación o, más concretamente, contra los que la gobiernan, puede tener todo su sentido. Esa es la postura adoptada por el 5% de los votantes.

De hecho, las entidades y asociaciones hemos intentado ser siempre respetuosas con los que gobiernan España, evitando resquebrajar a los que tienen la posibilidad de acabar con todos los males del país y, singularmente, con el que tiene que ver con los nacionalismos periféricos y paranoicos. Pero, con el sanchismo en el poder, esa regla básica de protección ha quedado del todo inservible, al convertirse el propio Gobierno de España en el mayor mal de la nación.

Para casi la mitad, el 48%, la nación debe protegerse y resguardarse y, por ello, manifestarse en contra de ella no parece una dinámica aconsejable. Posiblemente la confusión entre Gobierno y la propia nación española sea la que sostenga esa postura. Si sabemos diferenciar una cosa de la otra, es lógico que quepan quejas contra los que humillan y venden la patria de todos los españoles. Sin vergonzantes políticos gobernando, como sucede en la actualidad -con semejante tirano al mando-, es deseable respetar y cuidar a los gobernantes que pueden generar soluciones, pero con el actual Gobierno todos esos umbrales de respeto quiebran, al ser ellos mismos los que se saltan todas las normas y carecen de la decencia propia y deseable de unos buenos gobernantes.

Un 47% opina que todo vale, siendo conscientes de que lo que está haciendo Sánchez, de la mano de su club de seguidores del Gobierno socialcomunista de España, pretende la sintonía y aprobacion de los socios separatistas a los que hipoteca su futuro. Estar en la cresta de la ola le nubla la vista, apostando por traicionar a España sin que le tiemble el pulso, sin importarle en absoluto el coste que sus concesiones supongan para la nación. Son las consecuencias que acarrea tener en el Gobierno de la nación española a unos gobernantes que son irrespetuosos con nuestra Constitución y a los que España les importa un bledo.