Llevan estas letras bregando por salir desde hace demasiados meses, pero aunque indignado por el que pudiera creer “el último trueno” del Gobierno, uno siempre acaba optando, como posiblemente muchos de Vdes, por mirar para otro lado,en la esperanza de que pudiera ser el último susto de la tormenta Frankenstein. El fenómeno meteorológico sobrevenido con la democracia y que ha producido tal vendaval, que como ese valle Suizo de bruscos cambios de presión, no cesa de ocasionar depresiones, agresiones, suicidios, robos, ocupaciones, huelgas médicas, policiales, judiciales, etc, etc.

Y, como decía, iba dejando la escritura, la indignación, por el mayor y sosegante bálsamo de la lectura, pero hace unos días, en viendo la moción de censura, cuál moderno Duelo a Garrotazos de Goya y oyendo a la gran Inés Arrimadas relatando los ingentes ataques por acción u omisión del Monstruo, no pude dejar de recordar la vieja copla…”No debe el hombre alegrarse/de que se acabe una pena/que es señal el que se acabe/de que le viene otra nueva”.

Recordaba eso y aquello otro del famoso Concilio de Constantinopla, en que mientras los doctos padres de la Iglesia dilucidaban si el Espíritu Santo era paloma o palomo, uno o trino, los turcos, asediando la ciudad, sólo pensaban en lo del día de la toma, en freírlos a la parrilla. Metafórica historia.

Algo así como lo vivido el martes, en que mientras ellos se echaban a la cara el ir por la vida derechos, ultraderechos, torcidos, incluso retorcidos, cuál podemitas, en la calle, todos podíamos estar pensando en cosas de nuestra lamentable realidad cotidiana. En el asalto cruel al que nos estaba cercando la vida, con un gasto público ruinoso de a mil quinientos millones de euros/mes, una política autonómica de a veinte mil millones/año,un inoperante Senado de a dieciséis mil millones de pesetas/año, traduzcan, una galopante inseguridad ciudadana,un índice de suicidios y violencia de género como nunca, los cientos de ocupaciones , las interminables listas de espera, etc,etc .

Permítanme adjuntarles, y para mayor abundamiento , el video de la antedicha Inés Arrimadas con las antedichas mil carencias y atropellos perpetrados por nuestro Pedro I “El Mentiroso”, porque yo pienso que me quedaría sin tinta si lo intentase. El hombre sin escrúpulo alguno que yendo de trilero electoral, no tuvo empacho en sacarnos el voto tras afirmarnos el que nunca se acostaría con niños que pudieran provocarle el levantarse con la meadita consiguiente puesta; mientras el otro día, y como si no fuera con él la mentira hasta el fin de los siglos, volvió a insistirnos en que casi vivíamos en una Arcadia feliz, por si no lo sabíamos, mientras mis dos hijas, trabajando en Madrid, lloraban el robo de sus motos respectivas o mi amigo Isidoro el atraco de su propia casa en pleno centro de aquella insegura ciudad.

Él, el Presidente del ego tan florido como lamentable, obligándome a este pequeño desahogo para poder decir a mis propios hijos el que si la “dignitas”en la antigua Roma podía servir para designar el estatus o el rango social, ahora en su acepción más moderna, dícese que una persona la pierde si se deja utilizar por otros, dejándose ser instrumentalizado y menospreciado por los demás. Les animo, por ello, a ser libres, a pensar por sí mismos, sin sacarse nunca carnet de nada que les pudiera obligar a la deshonrosa aceptación de cualquier barbaridad.

¿Cuando aprenderemos a decirles a muchos de nuestros políticos que estamos hartos de su pésimo talento, su falta de empatía para con la leal oposición, su falta de impudorosa preparación humana y técnica, su bajo ejemplo y sus altos sueldos?

Los ciudadanos, cada día tenemos una mayor percepción de que esto se nos está yendo a la mierda, mientras ellos, los falsarios cuyo pesebrismo puede oscurecerles cualquier lamentable evidencia, parece como si no se enterasen por donde nos da el aire a los demás, mientras nos tratan como si fuéramos sordos, ciegos o imbéciles…el tito Berni, la Roldana( la escultora en la querida Guardia civil) y Santa próstata bendita, la milagrosa, la que hasta puede a uno librarle de la cárcel.

Ellos, los políticos con sus mentiras, paridas y memeces, los que han conseguido incluso con su analfabetismo funcional a poner de moda a Jorge Manrique, si, por aquello tan suyo de que “ cualquier tiempo pasado fué mejor”.

Tenía necesidad de escupir todo esto, desde que aquél Zapatero remendón, se sacó de la manga la crueldad de la guillotina, lo de la Desmemoria histórica, tan nefasta como mentirosa y parcial, para poder enterrar el espíritu de la Constitución del setenta y ocho, mientras araba el terreno para que los que le siguieran pudieran encontrarlo propicio para desenterrar a los muertos. Ni su tranquilidad eterna la han respetado. Mecagoentó!

Pienso en todo ello y en que, dentro de pocos días, de nuevo la mitad de los españoles volverán a sentir la tentación de votar al Monstruo, sin tan siquiera importarles el que a sus queridas hijas o nietas, tan jóvenes como desprotegidas, las han dejado a los pies de los caballos, porque sus dirigentes, los que pretenden seguir tomándoles el pelo, hasta han aprobado el que puedan abortar o cambiarse de sexo según capricho. Sus amigos, a los que es seguro les regaló su voto a cambio de que les dejaran un mundo mejor.

Dícese que el gran Mao, buscando el típico chivo expiatorio que todos los mandamases buscan desesperadamente en épocas difíciles, pensando que los pájaros eran los responsables de la hambruna china de los años sesenta, ordenó no dejar ni rastro de ellos. Pero a los dos años, apareció tal cantidad de epidemias por culpa del incremento de insectos que ordenó de inmediato reponerlos.

Y eran pájaros, fácilmente importables. Pero ¿a quién tenemos que pedir arreglos fáciles y responsabilidades oportunas ante tanto cambio de sexo como se avecina y tanto y tantos otros contradioses que padecemos y padeceremos y cuyos efectos secundarios comienzan a aflorar muy a su y nuestro pesar?

Ya comienzan a decir nuestras deportistas que no quieren deportistas trans en sus vestuarios, por ejemplo.

Vivir para ver, mientras al final de cada día y como en la mili, nos sorprendemos entonando… Y TARARÍ QUE TE VÍ! ”un día menos para las elecciones de mayo”.

Luis Manuel Aranda
Médico Otorrino
De la Sociedad española de médicos escritores