“Dios los cría y ellos se juntan” (Dicho popular).

Desde que la izquierda ya no utiliza la lucha de clases y ha buscado representar las minorías en frente de la mayoría, la izquierda como el PSOE o PODEMOS y próximamente SUMAR, se han vinculado con la burguesía catalana.

ERC se define de izquierdas, pero nunca fue un partido obrero, es más es un partido irredentista con gente de grandes capitales. En ciencias políticas sería de Extrema Derecha. Y sin contar lo que es Convergencia (aún que usen otros nombres).

Es bien conocido, que los movimientos separatistas están en contra del bienestar de la población de toda España, eso hace que sea un caramelito para la destrucción social que pretenden los partidos de izquierda.

Además con el sistema democrático que tenemos actualmente en España, que favorece los votos por zonas despobladas, clasificándolas por región y con la Ley D’Hondt. Hace que los separatismos sean un socio atractivo para poder llegar a una gobernabilidad, poniendo en riesgo la Unidad de España.

Gente sin escrúpulos como Pedro Sánchez o Pablo Iglesias han hecho gala de su anti-españolismo siempre.

Y la gran pregunta sería: ¿tenemos que sacrificar o modificar nuestro modelo democrático por una vía constitucional? La respuesta sería claramente, sí. Pero para modificar la Constitución Española se necesita el 66% de los diputados. Por lo que no pasará.

Pero vayamos a un terreno más psicológico, histórico y económico sobre el tema.

La izquierda española desde la Primera República, mostro un claro desprecio al centralismo con Pi i Margall. Eso causó enfrentamientos por regiones “Cantones”. Como microguerras civiles en 1870. Una Primera República donde la masonería española subyugada a la anglosajona y a sus intereses, trabajaba por la inestabilidad socioeconomica.

Las posturas de Izquierda con el catalanismo fueron acercándose hasta la Segunda República, donde se muestra el divorcio total de la izquierda española con la unidad de la nación, tras perder la Guerra Civil en 1939.

Se podía decir que son socios necesarios para la destrucción de la nación. Los separatistas evidentemente lo expresan abiertamente, pero la izquierda española se manifiesta a dos bandas mientras que a la práctica se asocian con ellos.

También sumamos que los dos son claramente opuestos al centralismo político, por que los partidos han usado las instituciones como empresas de colocación de personal. España es uno de los países con más funcionarios burocráticos per cápita, mientras que hay un claro déficit en la inversión sanitaria o policial y deja al ejercito en la mínima expresión.

Evidentemente hablamos de que también hay un parte de culpa por parte del pueblo, pues permitimos a nuestros políticos hacer lo que quieran como si tuvieran un cheque en blanco en nombre de la “Democracia”. Aunque es comprensible que la gente que vive al día tenga en mente cuidar su familia, trabajando o buscándolo.

Pero hemos de pensar a medio y a largo plazo.

Tanto separatistas como izquierdistas, y se puede decir también que hay cómplices de partidos de derecha, tienen un objetivo bien claro. Cuanto menos tengas, ellos más tienen y cuanta más desproporción económica, la sociedad será más esclava.

Víctor Milà