¿Qué te parece el veto a Irene Montero?

Para la inmensa mayoría, puesto que solo un apoyo minúsculo del 2% lo contradice, el hecho de apartar a un personaje que saltó a la política con experiencia y capacitación más que dudable, como sucede con la Sra. de Iglesias, es algo merecido.

Si nos referimos a una mujer capaz de defender una ley que ha liberado a más de un centenar de agresores sexuales y mejorado las penas de más de un millar, la posibilidad de descartarla e impedirle que viva de la política es, sencillamente, lo mínimo.

España no se merece estar en manos de personas como ella y nos congratulamos de su fin en la política. Sin ella la armonía y convivencia es mucho más fácil.

A un 23% le es indiferente todo lo que tenga que ver con el día a día de la extrema izquierda y, en base a ello, no opina respecto de la continuidad o no de Doña Irene en una función que le queda muy grande. Es muy previsible que crean que lo de ser cajera de supermercado le cuadre más y esté más a su altura profesional.

Y, para acabar, 3 votos de cada 4 apuestan por la opción de que debe irse. Debe dejarnos en paz y no hacer sufrir a más mujeres con sus fanáticos inventos. La metedura de pata de la ley del «Sólo Sí es Sí» la deja marcada de por vida y es una suerte para las españolas que su figura quede amortizada. Un negro recuerdo que debe sumarse al esperanzador fin de Podemos.