Hoy, la Generalitat de Cataluña ha querido brindar el control de los directores de las escuelas para garantizar la Inmersión Lingüística. Y hay que preguntarse varias cosas sobre las consecuencias sociales y económicas futuras.
Es natural que en el sistema político español se potencie la mediocridad para tener el control social. En especial políticos de izquierda y separatistas. Dónde abocan a los niños, lo más preciado para la sociedad, porque es su futuro, a ser esclavos dependientes.
Yo no estaría en contra de estudiar el idioma catalán por lo que es, una cuestión folklorica. Pero hay que saber que el catalán como idioma es artificial inventado por Pompeyo Fabra en 1912 como herramienta del separatismo, del cual Fabra ya pertenecía a principios del siglo pasado. Y el idioma consiste ser una variante del barcelonés con dejes franceses e italianos para des-castellanizar el primero.
Yo me acuerdo, que mi madre me hablaba. Como no hablaba el Catalán “reglado” sino el auténtico barcelonés, pensé que no lo hablaba bien. Pero la verdad que era yo quien hablaba un idioma artificial creado para la división política y social.
El dominio del español como idioma ofrece muchas salidas económicas por su salida comercial, pero con un sistema público cerrado con el catalán como idioma, se aseguran evitar que gente de la propia nación española pudiera opositar evitando la meritocracia y con la consecuencia futura de una economía decadente.
Es cierto que yo tengo una clara visión de que debería haber en España una economía basada en los sectores productivos y menos públicos procurando la excelencia. Pero desde que se creo el estado de las autonomías y el café para todos con la propia tolerancia a la mediocridad de varios sectores social, el mercado de oposiciones se ha centrado en el idioma.
Baleares y la Comunidad Valenciana han sido víctimas de la imposición también, con el ejemplo claro y escabroso de que para opositar en un puesto sanitario se debía saber obligatoriamente el catalán y después ciertas especialidades no se pudieran cubrir. Por lo visto la victoria del PP y su alianza con VOX ayuda a volver a la normalidad en dichas regiones.
La inmersión lingüística es una condena social y económica en un mundo cada vez más globalizado teniendo enfrente un idioma como el español que dominan más de 500 millones de personas. ¿Y para qué?
Ya sabemos que los socialistas y separatistas no tienen grandes pretensiones de bienestar de la sociedad a medio-largo plazo. Y tienen como herramienta una lengua provinciana que supone condenar el futuro de la ciudadanía. Pero conocemos bien a los políticos en España.
Ahora la sociedad civil debe responder al futuro gobierno que habrá. Si se le permite a los socialistas, comunistas y separatistas continuar con la degradación social gracias al sistema autonómico que necesita a los separatistas y una burocracia inmensa. O un Estado realmente productivo y socia. Y para eso hay que potencial: el idioma Español y dejarnos de provincianismos y tolerancias a los separatistas. Así que menos complejos, de esto porque depende nuestro futuro.
Víctor Milà