¿Consideras lógica la mejora fiscal y económica para Cataluña?

Las negociaciones para poder investir a un candidato como presidente del Gobierno de España están en pleno apogeo, tras el apretado resultado que derivó de los comicios del pasado 23J.

En este sentido, la dinámica acostumbrada que hace triunfador de la cita electoral a los partidos nacionalistas y separatistas volverá a repetirse. Su escasa representatividad acumulada nacional, en torno al 6%, es determinante para aportar los escaños que faltan para lograr una mayoría parlamentaria suficiente. No importa que ésta sea humillante o catastrófica para la inmensa mayoría de los españoles.

No podemos decir que este modo de actuar sea algo característico de unos u otros, dado que tanto PP como PSOE han jugado esta baza. Esa es la respuesta con un 9% de apoyo en nuestra encuesta.

Pero lo que sucede hoy no tiene equivalente con lo que pudo ser en otros momentos, incluso cuando el beneficiado fue “el español del año” de 1984. Ahora las cosas están mucho más turbias y los riesgos y peligros ya sabemos su alcance (pensemos en el golpe de 2017 como momento culminante a tener siempre presente).

El sanchismo, sin pudor ni mesura, no tiene remilgos para tirar la toalla, vender lo que sea, sacrificar sin remordimientos y claudicar, solo por disponer de poder. Hará lo que sea necesario para que el separatismo le acabe apoyando y, con esa premisa en juego, no tardaremos en ver como las cuentas del Estado se van al garete, dando privilegios y beneficios fiscales y económicos a los que le apoyen con la bandera separatista como argumento. Por eso un 91% de nuestros votos están en contra de las medidas que, en lo económico, van a beneficiar a la comunidad catalana.

En este afán por romperlo todo, no tardaremos en ver el fin de nuestro deporte y su simbolismo con los equipos nacionales de España. Con el ansia de seguir gobernando, por parte del necesitado sanchismo, está en juego que pasemos de ser una potencia mundial en casi todas las modalidades deportivas a convertirnos en el hazmerreír del mundo, para contentar a los chupasangres del separatismo. Para el deporte español, como sucede en otros muchos temas, el paso del sanchismo será la ruina.

Desconocemos el techo al que llegarán las cesiones y concesiones sin límite del candidato Sánchez, pero Espanya i Catalans no callará ante la ofensa y vergüenza que supone la inmoralidad de los sanchistas en sus negociaciones con los enemigos de España.