Hoy, decenas de miles de ciudadanos superando todas las expectativas, se han manifestado para mostrar su rechazo contra el proceso de amnistía impulsada por Pedro Sánchez para complacer a Puigdemont para obtener sus votos y conseguir a toda costa la investidura y seguir presidiendo 4 años más.

Se manifiestan para defender simplemente, lo que hace dos meses todo el mundo todos defendían. No se como a muchos que hace poco decían que “nunca” habría amnistía, no se les cae la cara de vergüenza defendiendo hoy en mitines y tertulias la necesidad, simplemente por conseguir los 7 escaños de Puigdemont.

Es ridículo, por no decir algo peor, que un partido que en las generales fue el 5º partido en votos en Cataluña exija retorcer las leyes de todo un país. No tiene sentido de hablar de “los catalanes” cuando ERC y Junts sumaron 14 diputados en Cataluña y los partidos de ámbito nacional (PSOE, Sumar, PP y Vox) 34, más del doble.

Este proceso de amnistía que exigen, es ni más ni menos un privilegio hacia una clase política privilegiada que simplemente no quiere sufrir las consecuencias por saltarse la ley, financiando con dinero público un referéndum ilegal que atenta directamente no solo contra las leyes españolas si no contra el mismísimo artículo primero de la Constitución.

No hace falta ni mencionar que una vez consigan la amnistía, venderán a su público, la derrota de España ante el separatismo y que es un reconocimiento explicito de que la detención de políticos por financiar el referéndum fue un error o peor aún, un hecho antidemocrático y por ende, el referéndum un proceso totalmente legítimo.

La verdad, no quiero ni pensar, tras concederse la amnistía el espectáculo que montarían Puigdemont y los suyos, con el como dirían ellos “el retorno del presidente de Cataluña en el exilio” con un macro acto cargado de simbolismo y que buscaría de manera descarada proyectar en el extranjero la imagen de que Cataluña es una región cuya aspiración máxima es separarse y España un país opresor que se lo intenta impedir con todo tipo de malas artes.

Cuando algunos hablan de “pacificar” Cataluña (por 4º o 5º vez mínimo), parecen olvidar que los separatistas no solo no muestran arrepentimiento, si no que no para de repetir “Ho tornarem a fer” (lo volveremos a hacer). Recordemos que la segunda petición de Puigdemont es, precisamente un nuevo referéndum, por lo que esto no solo no soluciona nada, si no que hará que sigan por su vía con aún más fuerza si cabe.

Me pregunto como un partido que aceptó los votos del Partido Popular, para conseguir las alcaldías de Barcelona y Vitoria para desplazar a Junts y Bildu, con el objetivo de evitar que los separatistas gobiernen las capitales de Cataluña y País Vasco, ahora los tome como aliados clave e incluso plegarse a sus exigencias.

Por ello, hoy la ciudadanía española ha demostrado, que aunque algunos por alcanzar el poder sean capaces de retorcer la ley a su necesidad e incluso, desdecirse y cambiar de opinión en cuestión de días, millones de españoles no lo van a aceptar.

Xavi Gil