La Casa de Cuenca abrió sus puertas a sus socios y ciudadanos en general para asistir como invitados a la muestra de agradecimiento a los representantes de instituciones y a quienes a título personal habían colaborado en las propuestas de la entidad, facilitar la presencia de Castilla la Mancha en la ciudad de Barcelona para conseguir un afectivo encuentro de ambas culturas, la catalana y la manchega. Los premios Don Quijote, doña Dulcinea y Sancho, acompañados de ramos de flores, fueron recogidos por los galardonados entre los fervorosos aplausos de los asistentes.

El acto festivo fue amenizado por una audición musical arraigada en la tierra castellana, dulzainas, tambor, panderetas, castañuelas y los voces melodiosas de los componentes de la coral representativa de Castilla y León. El colofón fue un refrigerio para todos los que compartieron tan entrañable encuentro, seguido de una comida de fraternidad.