“Totalitarismo es el término por el que se conoce a las ideologías, movimientos y regímenes políticos donde el Estado ejerce en la sociedad un poder «total» sin divisiones, donde no hay libertad o es muy limitada.” (Totalitarismo – Wikipedia).
Conocemos “Dictadura” como el antónimo de “Democracia” pero ni Aristóteles, ni Cincinato y ni Erich Honecker lo tomarían así, sino que comprendo que la gente quiere defender el Estado de Derecho y la Separación de Poderes o hacer un sistema piramidal cómo lo hace Sánchez.
Técnicamente con la llegada de Sánchez a la Moncloa hemos visto cómo la democracia se ha distorsionado de tal forma que vivimos en un país donde hay más gente dependiente de los distintos gobiernos de izquierda y/o separatistas que hay en España.
¿Y en qué se basa la praxis de los políticos? En tener una demografía controlada por los medios de comunicación y por el control de los medios de producción sin tener que cambiar un apéndice de la Constitución. E iré por partes.
Es cierto que al PSOE le gusta exprimir a la población a base de impuestos y crear una sociedad dependiente económicamente para que les voten por las “paguitas”, mientras ellos se enriquecen a base de impuestos. Pero eso está muy comentado.
Hay que decir que desde la creación del Estado de las Autonomías y la legalización de los socialistas, comunistas y separatistas por Adolfo Suárez, España ha ido en paulatina decadencia social y económica para mantener dicho sistema político piramidal que hay en nuestra nación.
Pero las subvenciones no sólo van al lumpenproletariado, sino que se han generado cargos públicos administrativos con una baja presión laboral. Pero es bien cierto que estorban muchos en el sistema laboral que no producen más que gastos, mientras en otros campos públicos como Fuerzas y Cuerpos de Seguidad o médicos van con un déficit de activos.
Y considero que el caso más fragante en el enchufismo público es en la educación y el más claro en Cataluña, que para tener un cargo de maestro solo falta el carnet de partido para ingresar. Y la cosa empeora cuando hay hijos de inmigrantes (potenciales votantes de ciertos partidos) en la educación publica y se convierte en maltrato infantil para los hijos de los españoles.
Para acabar he de decir lo que creo que es un apunte importantísimo.
Es absurdo que a muchas empresas que reciben subvenciones para que luego tengan que pagar impuestos, para volver a recibirlas. Así la clase política puede mantener el control de ciertos parámetros y pueden contratar o mantener criterios. Como el caso de la imposición de la lengua regional en Cataluña y aislando del mercado laboral a quien se pronuncie abiertamente contra el Gobierno.
Pero si no reaccionamos, después lloraremos y todo para mantener la fiesta a una panda de vagos que tenemos incrustados en las instituciones.
En una democracia que se vota sistemáticamente con la simple forma de convertir un cheque en blanco en el voto. ¿Para qué queremos ser un país democrático?
¿No vale más que la ciudadanía comprenda lo que es el “Estado de Derecho”?
Cómo dijo Charles Darwin, el ser humano es un mamífero de organización jerárquica, pero debe respetar el derecho de las personas que aportan a la sociedad. Por eso no soy un demócrata, porque no creo en un sistema electoral. Veo que es mejor buscar un Cincinato o un César Augusto que trajo la “Pax” y la expansión del Imperio Romano.
Víctor Milà