Da la impresión de que la noticia relevante, la que está en boca de todos y parece que se usa como cortina de humo para desviar la atención, es la que tiene que ver con la corrupción por la compra de mascarillas y el enriquecimiento de personas pertenecientes al PSOE, nada nuevo en dicho partido. Pero el tema importante que afecta al futuro de España, más allá de la corrupción acostumbrada en dicho partido, es que el sanchismo va a ser capaz de dinamitar los cimientos de la legalidad en España por la mera necesidad de asegurarse el apoyo del golpismo al que pretende amnistiar.

Es humillante ver el giro de Sánchez en su posicionamiento, pasando de una negativa amparada en la legalidad vigente, a la defensa a ultranza del olvido y el perdón. Duele ver su interés y el del PSOE por alcanzar la amnistía en favor de los que, con prepotencia, supremacismo y actitudes terroristas, pusieron en jaque al Estado. Tan solo ha sido necesaria la necesidad de los votos de Junts para que una persona sin valores ni principios, pero con vanidad, ego y necesidad de poder, cambie su criterio diametralmente.

En poco tiempo, desgraciadamente, nos tocará llorar las desgracias cuando veamos a los fanáticos del separatismo hurgando de nuevo en la posibilidad de declarar la independencia unilateral, como ya se lo están pensando y que no ocultan. Desprotegido el Estado, sin castigos ejemplares de carácter penal ante tal propuesta rupturista, carente de credibilidad el Ejecutivo y Legislativo por ser cómplices al habilitar el indulto y la amnistía, secuestrado el poder judicial al estar dispuesto a fallar de un modo acorde a la necesidad del sanchismo, y sin olvidarme del rey, que seguirá leyendo lo que “constitucionalmente” le permitan, nos podemos ver abocados a un follón de magnitud incalculable.

Es inexplicable el destino al que nos aboca este sanchismo contaminante y antiEspaña, pero, bajo estas circunstancias, los que nos sentimos obligados a defender nuestra nación y queremos el mejor de sus futuros no podemos quedarnos al margen. Hemos de dar los pasos que sean necesarios para que esta ruinosa etapa de la historia de España, en la que la protagonista es la humillación, la penuria y el ridículo, pase cuanto antes. Por ello, nos vemos en la obligación de pedir la dimisión del mayor fraude y capítulo negro de la política española. Te esperamos el sábado 9 de marzo en la Plaza Cibeles de Madrid a las 12 horas.

Borja Dacalan