¿Te parece serio un partido que se llame “Junts+Puigdemont”?

El fanatismo supremacista de Junts ha logrado superarse en esta nueva cita electoral autonómica. En la cita de mayo tendremos al preocupante extremismo con un nombre que suena a chiste. Tanto es así que al nombre que identifica al partido de la extrema derecha xenófoba le han puesto el apellido del fugado de la justicia española que, con el beneplácito y apoyo del sanchismo, volverá a escena por la puerta grande.

Para la mayoría de votantes la preocupación no es el nombre, por curioso o ridículo que parezca, el problema es que tenga apoyo y votantes. Una papeleta reservada para los irrecuperables e incívicos que alardean de su paranoia y abrazan la violencia de sus jabatos.

Además del 54% de esa opción ganadora, para un 24% el curioso nombre de la candidatura se debe a la enfermiza egolatría del que huyó escondido en un maletero de coche, que se cree un mesías al que el lacismo debe adorar. Y, para acabar, resta el 22% de votos que se desmarcan de esa lista electoral, sin importar el nombre elegido, puesto que aglutina a lo peorcito de esta sociedad contaminada catalana que vive enfrentada y partida en dos por el ánimo vanidoso de payasos como el que apellida esa lista personalista.