En el tramo final de la campaña para elegir a los parlamentarios autonómicos en la comunidad vasca el próximo domingo, y con el pistoletazo inminente de la que tendrá lugar para su equivalente en la comunidad catalana, se va clarificando, si es que quedaba alguna duda, el perfil y la ideología de cada candidato y de la lista que representa.

En este sentido, al votar en Cataluña ya tenemos claro que se hace pensando en la variable nacionalismo vs constitucionalismo, con un PSC que se apropia de gran parte del electorado constitucionalista para luego traicionarlo y venderlo, si así le interesa para tocar poder. Es de sobras conocida la dinámica mentirosa a la que nos tiene acostumbrados el líder nacional del sanchismo y, por tanto, no es ninguna sorpresa lo que nos pasa con el PSC. A ver si el votante aprende y deja de darle apoyo, sabiendo de antemano que no tendrán pudor para traicionar a España y aliarse con el separatismo.

Algo parecido sucede en la comunidad vasca. Pedro Sánchez, consagrado como el peor de los presidentes que hemos tenido, y recuerdo que también pasó por Moncloa un Zapatero que nos parecía imbatible, ha trasladado a sus amigos el don de la mentira y la ocultación de intenciones. Sin olvidar, por la relevancia que supone a la hora de elegir papeleta, la importancia que tiene la herencia de una lacra como fue la del terrorismo. La innegable realidad de que ETA fue una banda terrorista asesina, al igual que todos sabemos que lo sucedido en Cataluña en 2017 fue un golpe a la Constitución, sirve para clarificar lo que piensan los que, desgraciadamente, son socios de Sánchez y controlan el devenir del Gobierno de España.

Por tanto, con urnas en la comunidad vasca y catalana, más las elecciones europeas que tendrán lugar el 9 de junio, conviene tener claro lo que supone votar al partido socialista o a alguno de los partidos que hoy sostienen a Sánchez en el poder. Una continuidad del presidente que se hace sin importar los costes y las consecuencias, solo por el ansia vanidosa de estar en la cúpula política del Estado.

El apoyo a los que quieren destrozar a España, los que no reconocen como terrorista a ETA o los que sabemos que van a reintentar su golpe a la Constitución, en cuanto esté en su mano tal posibilidad, con el beneplácito, patrocinio y apoyo del vendepatrias que hoy encabeza el PSOE, tendrá sus consecuencias. Está en manos de los electores evitarlo y, por eso, te invito a que votes sin complejos, descartando todas aquellas candidaturas que tienen como objetivo traicionar a España.

Javier Megino