Parece que no conocen bien los responsables del Partido Popular a Sánchez y su estrategia del engaño. Han dado su brazo a torcer en la renovación del CGPJ y da la sensación de que no se enteran de que les han colado un gol por la escuadra. El líder sanchista, una vez conseguida la firma de los dos partidos autonombrados dueños de la política en el poder judicial, llegando a alardear del inicio de una “amistad” tras años de negociación, les ha dado en el hocico como era del todo previsible y estaban avisados.

Da la impresión de que este PP no se entera de que todo está pensado para que la dinámica chavista se implante y el sanchismo se adueñe de todo sin que el interés de España y su futuro importe un bledo. No hay más que mentiras y tejemanejes, sin ser aconsejable firmar ni acordar nada con la malignidad de Sánchez y sus palmeros. Ya lo decía bien algún líder territorial, antes de retractarse para no ir contracorriente con el mensaje oficial de Génova.

Ahora resulta que lo acordado ante el notario europeo no es del todo vinculante y, si hace falta, será el rodillo de la mayoría parlamentaria del progre-separatismo el que dirá lo que sirve del acuerdo y lo que no, lo que les vale del acuerdo y lo que no, lo que interesa del acuerdo y lo que no. Toda una metida de pata que ha puesto el poder judicial a los pies del sanchismo y de sus intereses devastadores.

Ahora, con la pena que supone ver lo inútiles que son todos, solo nos queda ver como juegan los amiguitos y se digiere otra de esas humillaciones que van a marcar el futuro de este país en liquidación y derribo. Una situación a la que llegamos por los desalmados impresentables sanchistas, pero que también se debe a los complejos y la complicidad de los ingenuos.

Borja Dacalan