«Desde luego, la sociedad civil de base lo vamos a denunciar todos los días»

Nos enteramos finalmente los españoles de un pacto para la renovación del CGPJ. que la renovación había de hacerse, estamos de acuerdo, que es muy importante recuperar la normalidad institucional de un órgano tan fundamental, también. Que se recupere una estabilidad para desarrollar las funciones de nombramientos pendientes también… Claro que, cercenadas por el Gobierno, para chantajear a esta institución. Dicho eso, evidentemente, que más queremos todos que haya un acuerdo de renovación, pero es de suponer que ha de ser el acuerdo legítimo.

Dicho lo anterior: ¿Qué pide Europa hasta la saciedad para el órgano rector de los jueces? Pues que los jueces los elijan sus pares. Podemos hacer una retahíla de declaraciones en este sentido no sólo del Comisario Reynders, sino de todos los órganos competentes europeos y a todos los niveles, absolutamente todos.

Entonces la pregunta es muy ingenua. ¿Nos creemos que eso tenga que ser así o no?

Es evidente que el Partido Socialista abducido por su secretario general no lo cree. ¿Y el Partido Popular? Pues desde luego durante muchísimos años tampoco. Son hechos. ¿Es verdad que lleva luchando por ello en los últimos tiempos? Pues sí, es verdad. ¿Es verdad que está pidiendo en Europa que eso sea así? Es verdad, aunque no olvidemos que si no es por la sociedad civil y su labor impagable e indispensable para denunciar los ataques nunca vistos a la independencia judicial, a la división de poderes y al estado de derecho, alineándose con ello por primera vez todo el mundo de la judicatura y del derecho en contra de la inconstitucional ley de amnistía presentada el pasado mes de noviembre, si no es por ello, digo, y no fuera la sociedad civil la fuerza tractora, nunca se hubiera movido la oposición con la diligencia que lo ha hecho. Es así de sencillo.

Por tanto, si somos honestos hemos de reconocer que este pacto, siendo lo menos malo que podía ocurrir, es verdad que es una oportunidad para lograr que los jueces elijan a los jueces, aunque solo en una parte, y no me cuesta decirlo así pidiendo excusas, quizá por la vehemencia, al denunciar plenamente en mi artículo anterior que no se hiciera de ninguna manera. No es que piense distinto, pues creo que jamás se debiera haber hecho al no darse las circunstancias, es que ante los hechos acaecidos hemos de seguir vigilando estrechamente lo ocurrido a partir de ahora, pero sin olvidar nunca los precedentes.

No me aparto ni un ápice de lo escrito anteriormente, solo trato de analizar y actuar conforme a lo ocurrido. Ahora se trata de ver si los partidos van a tener no solo la voluntad de cumplir el pacto sino la transparencia en su consecución. Ya hemos visto sólo horas después que todo un ministro de Justicia afirma la no condición vinculante, y a tenor de declaraciones anteriores tener muy claro que los jueces no han de ser elegidos por sus pares. Pero es que no se detecta la auténtica convicción de que solo sean los jueces los que elijan a los jueces y menos que sean “todos“ los jueces del CGPJ los que sean elegidos por sus pares, que es como se garantiza la auténtica independencia judicial, sin estar “contaminada“ ni lo más mínimo por la política.

Un voto de confianza ahora muy condicionado en estas circunstancias, aunque no me guste el mal menor, pues siempre trae problemas, y recordando permanentemente que “todos los jueces los eligen los jueces”, que es lo que se debe lograr si o si, como norma suprema, pasando ahora por esta estación previa que se ha acordado, en espera que sea cierta, en espíritu y letra. Recordando también de nuevo, que no se producían las circunstancias más indispensables para el acuerdo, – “se ha producido el mayor ataque al estado de derecho en palabras del jefe de la oposición“- y recordando que se ha aprobado la inconstitucional ley de amnistía que ataca directamente la independencia judicial, la separación de poderes y el estado de derecho y que de forma incomprensible no se ha sacado a la luz para derogarla como condición “sine qua non” para alcanzar cualquier acuerdo. Esto me preocupa muy especialmente, al deber denunciarse cada hora y todos los días.

No quiero ni pensar que se quiera hacer pasar… pero mucho me pone en guardia. Desde luego, la sociedad civil de base lo vamos a denunciar todos los días y también como españoles de a pie en la manifestación en contra de la ley de amnistía y en defensa de la independencia judicial, la igualdad de todos los españoles, la división de poderes, la libertad de expresión y de medios, el Estado de derecho, la Constitución, la libertad y la democracia, en la que diariamente participamos muchos españoles de cualquier ideología en la calle Ferraz y donde hoy serán ya 239 días seguidos, al igual que ocurre en Burgos y pueblos y ciudades de toda España, por mucho que nos quieran silenciar, como evidentemente unos y otros hacen. Ejemplo, este, único, en Europa, en defensa del “We the People” y de la auténtica democracia, junto a tantas manifestaciones de la sociedad civil en Cibeles en el último año y medio, que recogen el grito unánime de todos los españoles, de cualquier pensamiento, que en absoluto estamos de acuerdo con un presidente de Gobierno que ha traicionado a sus votantes y a todos los españoles.

En estas horas, amnistía a los condenados por la mayor estafa conocida en Andalucía vía Tribunal Constitucional como si fuera la última instancia judicial, sin serlo. El Fiscal General “ofrece” a su jefe que la fiscalía apoya la amnistía o que contra ley utiliza información reservada por motivos políticos. El partido abducido por su jefe vota en Navarra junto a los comunistas insultando a la monarquía, y en el País Vasco junto al PNV para avanzar en el “reconocimiento nacional”, mientras se ofrece a Cataluña lo que quiera para sus finanzas y en paralelo siguen las noticias calamitosas de la corrupción más inasumible en casa del presidente del Gobierno. Simplemente, imposible de soportar, y con una oposición que se pone zancadillas, toda ella, sin patriotismo alguno, ante un golpe contra la Constitución y contra el Estado, encabezado por el mismísimo presidente del Gobierno, sin precedentes en Europa. ¡Dimisión!

Amalio de Marichalar

Artículo publicado en «ElCatalan»