“El bien de España es desterrar la corrupción y es respetar las decisiones judiciales y cumplirlas”.

El bien de España es la Transición ejemplar, reconstrucción, perdón, y el abrazo de paz y concordia que nos dimos hace 45 años. El mal de España es un presidente del Gobierno cuya obsesión es crear discordia y odio entre los españoles.

El bien de España es la voluntad de los españoles de bien , piensen lo que piensen , sean quienes sean , que persiguen cumplir la ley y la Constitución y lograr la igualdad entre todos los españoles. El mal de España es un presidente del Gobierno que persigue aliarse con golpistas , filoterroristas, neo comunistas y con quienes quieren la división, el mal de España y su destrucción, y que el mismo prometió jamás ser alguien gracias a ellos.

El bien de España es la ilusión, el entendimiento, la responsabilidad, el esfuerzo, la genialidad y el abrazo, aun pensando distinto, con tal de dar ejemplo y pensando en lo mejor para los hijos y los nietos. El mal de España es el oscurantismo , la bajeza, la negritud, la soberbia, la mentira, el engaño, la impudicia, la vileza, la más absoluta falta de ética que un presidente de Gobierno aplica… y que además – es auténticamente de locos- quiere imponer como sistema tanto a sus votantes como al resto de españoles.

El bien de España es respetar la justicia, a los jueces, su independencia, la división de poderes , el Estado de derecho y la democracia. El mal de España es atacar a la justicia y a los jueces desde el Gobierno, sus ministros, el de justicia y el presidente, todos los días.

El bien de España es desterrar la corrupción y es respetar las decisiones judiciales y cumplirlas. El mal de España es estar rodeado de corrupción en el Gobierno y en la familia del presidente, lógicamente siendo el conocedor, y tratar de amenazar al juez por todos los medios y además no decir nada a instancias formales del juez en la propia Moncloa y encima demandar al juez por prevaricación. El mal de España es un presidente de Gobierno que debía haber dimitido hace cinco meses solo con la primera acusación de corrupción a su mujer, sin haberlo denunciado ante los juzgados, ni haber explicado nada de ello, y estar España, por tanto, retratada como corrupta, en la prensa internacional, con un presidente de Gobierno atado a la silla como un dictador comunista.

El bien de España es juzgar y sentenciar a quien se ríe de las normas de la democracia y solo está acostumbrado a delinquir contra los españoles. El mal de España es un presidente del Gobierno que ampara, perdona, y protege a unos delincuentes y prófugos de la justicia, a cambio de votos corruptos y ensangrentados, para usar su silla. Quien hace una ley injusta e inconstitucional de amnistía, a sabiendas, que rompe la democracia y ataca frontalmente la democracia europea, quien conoce los gravísimos delitos de traición de los golpistas, los delitos de terrorismo, y no favorece su denuncia, los oculta, para seguir recibiendo sus favores y sus votos para ocupar la silla del Gobierno.

El bien de España es respetar por igual derechos y obligaciones en toda la nación, y defender la ley y la justicia sin manipularla. El mal de España es un presidente de Gobierno que rompe la igualdad de todos, paga miles de millones indebidamente a Cataluña y osa decir que la cesión de todos los impuestos y caja única a Cataluña es muy buena y que está muy contento, rompiendo la constitución y tantísimas cosas, dándole igual todo.

El bien de España es protegerse de los enemigos internos y externos. El mal de España es dar a los enemigos internos y externos información para que se salven, coartadas para que se defiendan y facilidades todas para no ser puestos ante la justicia, y todo gracias al presidente del Gobierno.

El bien de España es defender la dignidad y la ley en Venezuela y en toda Hispanoamérica. Es ponerse al frente de la reivindicación justa y de la verdad, es proclamar una victoria completa e histórica de la oposición venezolana.

El mal de España es un presidente de Gobierno que aún no ha reclamado y exigido que dimita un presidente de la más vil dictadura criminal y no ha proclamado la victoria del ya presidente electo Edmundo González y alabado el esfuerzo histórico de María Corina Machado. Que tampoco haya llamado al ex presidente Zapatero y haberle recriminado públicamente, en actitud cómplice, por ser la voz internacional y valedor de un auténtico indeseable.

Amalio de Marichalar

Artículo publicado en “ElCatalán”