El sanchismo y la capilarizacion de la miseria que lleva consigo en los diferentes ámbitos sociales, desde la política a la intromisión manifiesta en campos como la justicia o los medios de comunicación, por poner ejemplos donde es evidente el interés manipulador de Sánchez y su entramado, pone nombre a la que denomino la «ineptosfera».
En ella se agrupa un cúmulo de mediocres, bufones y palmeros, que ha logrado el privilegio de ser beneficiario de ese enchufe que los conecta con el poder o la gloria, en virtud de saberse arrimar a la sombra corrupta de ese hábitat o, más concretamente, al que conocen como “el número uno”.
Sus integrantes pueden sacar tajada de forma camuflada, aprovechando sus conocimientos, experiencia o trayectoria, aunque, en el colmo de los colmos, chupan de las ubres saltándose todos los protocolos y aplicando una metodología abusivamente macarra. En este sentido, se puede acabar siendo elegido a dedo para las artes escénicas y la ópera rural o, también sin oficio ni beneficio, llegar a codearte con catedráticos universitarios e impartir clases en un máster sin tener ni remota idea. Sea cual sea el camino elegido para sacar rédito a la coyuntura, el denominador común siempre coincide y no es otro que el padrino cabecilla de la trama mafiosa sanchista.
Borja Dacalan