El Movimiento Cívico d´Espanya i Catalans es una asociación nacida en Barcelona, cuyo objetivo básico e irrenunciable es el siguiente:
“Defender la pertenencia de Cataluña a España y su unidad e indisolubilidad, con respeto y solidaridad con todas sus comunidades y de forma transversal, es decir, independientemente de la ideología política de sus integrantes, porque lo que nos une es nuestro amor a España”.
Enfatizando la significación de dos vocablos incluidos en nuestra razón de ser:
-la UNIDAD, al ser un colectivo con convicciones firmes en la defensa de la integridad de la nación española.
-y la TRANSVERSALIDAD, al constituirse sin que existan condicionantes de ningún tipo desde la perspectiva de adscripción política de sus integrantes. Las posibles diferencias ideológicas quedan en un segundo plano, fundamentándose la cohesión del colectivo bajo el precepto de la defensa de España como nación de todos.
De hecho, entre nuestro colectivo, hay una representatividad de lo que podemos catalogar sociológicamente como de “derechas” y de “izquierdas” que se reparte de forma cuasi equitativa. Algo que nos honra, enorgullece y hace fuertes.
Somos un claro ejemplo de que, en cuestiones de índole mayor, como es la defensa de la identidad nacional española en Cataluña, no hay miramientos de orden político y todos
remamos en la misma dirección, porque es evidente que es más lo que nos une que lo que nos separa.
Espanya i Catalans ha tenido, desde el comienzo de esta etapa reciente, en donde el salir a la calle reivindicando nuestra condición de españoles se ha convertido en una fiesta de la ciudadanía, una implicación directa en la organización de numerosos actos.
Son innumerables las acciones de defensa o apoyo hacia personas físicas (por ejemplo, ediles señalados por el separatismo por ser y sentirse, sencillamente y sin complejos, españoles), o en defensa de la legalidad (interponiendo denuncias a ayuntamientos por la no aplicación de la Ley de banderas…), también muy relevante la defensa activa de todo lo relativo a la defensa y promoción de la cultura española (presentación de numerosos libros de personas afines a nuestra asociación), apoyo incuestionable de la lengua española y, por su significación y especial representatividad, los eventos que con periodicidad anual tienen como objeto la celebración de festividades como son:
– La Fiesta Nacional de España, de 12 de octubre.
– El Día de la Constitución, el 6 de diciembre.
– Y, como instauración reciente de nuestro Movimiento Cívico, la convocatoria y concesión del premio “Catalanes por España”.
Consideramos que el sustento de la actual situación de fractura social, se debe a tres factores que seguidamente señalizamos como inductores:
1º – La PERMISIVIDAD de los Gobiernos nacionales desde la transición democrática, al ceder y firmar leyes orgánicas que entregaban competencias a cambio de puntuales apoyos, en pos de una gobernabilidad nacional sometida al colaboracionismo interesado de los partidos nacionalistas. Tema solucionable si hubiese existido una aplicabilidad rigurosa de la visión sustentada en acuerdos “de estado”, que blindasen competencias intransferibles para perpetuar su alcance nacional (sirva como ejemplo la educación), de haber existido sintonía entre los grandes bloques parlamentarios nacionales.
2º- El ACOMPLEJAMIENTO, desde dos perspectivas:
-Institucional, al hilo de lo anterior, por considerar que no se ha actuado en muchos casos con criterio patriótico, evitándose dar margen y holgura al pensamiento y actuaciones del nacionalismo que, beneficiándose de la debilidad y necesidad de contar con ellos como socios parlamentarios, han ido modulando al alza sus demandas, y especialmente
-Social, fruto del avergonzamiento de muchas personas que se han aliado con el nacionalismo por un injustificado y ridículo sentimiento de inferioridad, ocultando o menospreciando sus raíces vinculadas al resto de España.
Y, como tercer factor, que no por ello debe considerarse como el de menor empaque:
3º- El ADOCTRINAMIENTO. Los colegios y la educación se han supeditado a la imposición interesada, la tergiversación de contenidos, la adulteración de la historia y la imposición de una de nuestras culturas. Y, por otro lado, el manifiesto servilismo de los medios de comunicación, sustentados por las arcas financieras de la Generalitat que, como agradecimiento o contrapartida, anteponen un razonamiento subjetivo y parcial de la información para alinearla con los intereses y objetivos de los que fundamentan las subvenciones como criterio asignativo para la gestión de adeptos.