¿Qué opinas del cese de Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz del PP?

Domina con claridad, en nuestra última encuesta, el enfoque que plantea la destitución de Cayetana Álvarez de Toledo como una propuesta para la salvaguarda de alguien que ha demostrado su valía y podría optar a nuevas alternativas y responsabilidades de mayor calado. Aunque conviene, con objetividad, plantearse que dicha conclusión puede estar viciada y discrepar con la realidad del detonante de dicha destitución.

Siendo realistas parece que el prescindir de ella en la Portavocía está relacionado más con una búsqueda de acomodo del mensaje centrado del partido al que daba voz, en lugar de liberarla de una función para reubicarla en otro destino de mayor empaque, no nos engañemos.

Las entradas y salidas suelen ir parejas con argumentos que se centran en conceptos tales como la confianza y el interés. Confiar en alguien que tiene claras las ideas y que no se arruga al plantearlas es interesante, pero puede que según como se mire no sea conveniente ni políticamente correcto, si el objetivo es ampliar el electorado que, como sabemos, tiende a concentrarse en el centro. Por lo que actuar con criterios interesados, pensando en los votantes potenciales, también puede ser comprensible estratégicamente.

Pero, al margen de consideraciones como las esgrimidas en el párrafo anterior no olvidemos que, cuando se habla en representación, siempre es necesario mantener la disciplina y comunicar la opinión global del colectivo al que se da voz. Disponer de la capacidad de comunicar en nombre de muchos no es para opinar personalmente, sino para adecuar los argumentos que se difunden a los planteamientos globales que defiende el colectivo que se representa, con respeto a la jerarquía y prevaleciendo la opinión de todos frente a la personal.

Nosotros aquí solo podemos certificar que el 77% sigue pensando en la valía de la cesada y no se muestra favorable a su salida del cargo que ostentaba, esperando que se le reasigne en otras competencias, tras demostrar sobradamente sus capacidades.

Un 16% lo enfoca como planteábamos antes, como una decisión para ampliar miras y acceder a electorado que podría discrepar de la claridad de miras de la persona que protagoniza nuestra pregunta semanal.

Y, como siempre, nos queda el reducto del que no opina al respecto, esta vez con el 7% de votos. Porcentaje al que le es indiferente el presente y futuro de Cayetana porque tiene descartado, sea quien sea la voz del PP, el apoyo a esas siglas.