Políticos…y porque habiéndonos humillado tanto con su soberbia innata como con su pésima gestión sanitaria, económica y social, ahora nos obligan a salir de nuestro encastillamiento para felicitar a la Comunidad de Madrid por los resultados electorales de su ilusionante 4M.
Y, mientras comienzo a rellenar este puto folio en blanco, que diría el gran Gistau, oigo como música de fondo a otro grande de la música, Nino Bravo, cantando eso de “mi tierra tiene su voz, que ruge si se la encierra”. Palabras cuasi proféticas y al hilo de lo acontecido, cuando Isabel Ayuso, y ante todas las dudas metafísicas sobre su propia salud política y la de todos sus vecinos, no tuvo otra opción que hacerse/les una biopsia, tocándoles como se toca esa cosa de abajo a cualquier melón, para comprobar su auténtico grado de madurez.
Siempre una mujer, una vez más, pasando a la historia tras mostrarle a los ciegos varones políticos, tan llenos de testosterona los pobrecillos, que nada como el sentido común que utilizamos el resto de los mortales, para poder ir por la vida con cierta dignidad y aprovechamiento.
La ciega testosterona, tan capaz de hacerles olvidar a los otros cualquier promesa previa, como de abocarnos a la humillación que no dudaron en inferirnos…a los ultras de los ultras de su enloquecida ultranza. Aliándose con lo peorcito de cada familia para poder formar Gobierno: el Gobierno de las siete leches, el de la política torcida y humillante contra todos nosotros y contra los madrileños en particular. El de los maridajes incomprensibles e impensables incluso para muchos socialistas respetuosos y respetables con lo justo y con nuestra historia reciente. Ellos, con sus enloquecidos pactos que han ido envenenando el alma de todos nosotros, sin dejarnos dormir debidamente, entre pesadillas con personajetes de versallescas greñas, por ej. y hasta capaces de vivir no ya tras muros berlineses, sino de modernas y ajardinadas vallas de seto, para perder mejor de vista la realidad de su barrio obrero anterior y hasta de su país, tantos días confinado en los pequeños pisos de la amargura y la muerte en soledad.
Mientras a ellos su matrimonio político les haya podido dar, no solo un aumento patrimonial sin precedentes, sino también inmerecidas y placenteras noches, sin picazón alguna, contra todos sus vaticinios, pero olvidándose a la vez que sesteaban durante casi tres años, de algo tan fundamental en el arte de la guerra como en el de la vida: que el primer mandamiento para no fracasar, es considerar que tu enemigo no es idiota.
Por eso el pueblo de Madrid los tenía entre ceja y ceja, agraviados de continuo al verlos pasearse por la calle de Alcalá, no precisamente con nardos apoyados en la cadera, sino de la manita de todos los malqueridos patrios, independentistas y exterroristas.
Por eso ahora, como entonces, en aquella epifanía del dos de mayo de 1.808, todos los madrileños se echaron a la calle para decirse a sí mismos y a toda España que sigue siendo posible expulsar, echar fuera a cualquier amargapatrias que haya hecho los suficientes deméritos, nos haya conferido los suficientes daños. Nos haya ninguneado sin respeto alguno. Los formidables madrileños pariendo masivamente, como entonces y una vez más, un nacionalismo patrio, herederos fieles ellos del D. Pelayo de nuestros sueños y nuestro orgullo ; mientras uno aún queda preguntándose todos los días eso de ¿pudiera ser lo acontecido la semilla sobre la que florezca una nueva época, tras tanto atropello sufrido contra la ciudadanía ?.
Votando ellos, mientras podían llevar en su subconsciente las memorables enseñanzas de Felícito, aquél héroe de Vargas Llosa que sólo vivía para mantener en la memoria las edificantes palabras de su pobre padre…”nunca te dejes pisotear por nadie, hijo, Este consejo es la única herencia que vas a tener”. Y, como aquél mismo, ya hemos visto lo que ha dado de sí la gran y masiva insurgencia intelectual y moral de cualquier rincón de aquella tierra. Su gran lección, tan capaz de estimular el sistema inmunológico del resto de la otra media España. Algo que hasta entonces, el histórico 4M, sólo creíamos era posible conseguir con la empresa privada, con los laboratorios Pfeiffer, entre tantos otros “privados” que han acabado salvándonos la vida…quitándoles la razón, una vez más a los que, ideológicamente, fuera de lo público ni pueden ni quieren ver nada.
La inmunodepresión ocasionada por el inmisericorde Sanchismo, el del neosocialismo ligth, tan capaz de un roto como un descosido, puede que en eterno refrendo de la nefasta filosofía de Nietzsche…aquél de ”Contradícete a ti mismo. Para vivir es necesario permanecer dividido”. El pobrecillo del nihilismo y de la muerte de Dios, ya saben. El que acabó, como de sobra saben, muriendo en un asilo mental, con la cabeza tan deteriorada como hubieran acabado las nuestras si las votaciones no hubieran venido a transfundirnos toneladas de serotonina y de esperanza.
Ay, los terribles efectos de la Pandemia, la que en palabras de un añoso y sabio paciente de Bolea, está consiguiendo que “las cabezas se estén volviendo muy volátiles”, D. Luis!
Ella, la de nuestros agobios diarios, pero que por si no fuera suficiente el castigo por todos nuestros pecados, ha venido sazonada con la cicuta política correspondiente y antedicha, la del “quitarnos de continuo la soledad para no llegar a darnos tan siquiera un mínimo de consuelo, de compañía”, en estos atribulados tiempos.
Pero qué cansinos, qué jartibles… como dicen por mi querida Andalucía, muchos de los miserables que nos gobiernan. Qué creciditos han venido estando, hasta que el sabio pueblo ha vuelto a ponerlos en su sitio, cuando no, escupiéndoles de la política. Rechazándolos, extrusándolos en suma, como auténticos cuerpos extraños del cuerpo social, antaño injertados contra natura entre nuestras esforzadas y nobles vidas.
ENHORABUENA MADRID…POR PONER ESPERANZAS EN MUCHAS VIDAS DE LA OTRA MEDIA ESPAÑA.
Luis Manuel Aranda
Médico Otorrino