¿Crees que la Generalidad catalana y el Ayuntamiento de Barcelona gestionan bien la pandemia?

No hay mucho que comentar al valorar los resultados de la encuesta de la semana pasada.

Empezaremos diciendo que el grado de confianza con los gobernantes autonómicos y con los municipales, en referencia al Ayuntamiento de Barcelona gobernado por la podemita Ada Colau, es nulo. Tanto es así que el número de votos en la opción que planteaba que lo hacían bien, al gestionar los efectos de la pandemia, no ha llegado a acumular apoyos suficientes para lograr un porcentaje mínimo, quedándose en el 0%.

Al criticar la gestión llevada a cabo por las dos instituciones nuestros votantes se decantan en favor, con un abrumador 90%, de señalizar el ánimo recaudatorio y las pretensiones separatistas como los argumentos en los que se centra la gobernanza de ambas, como claro síntoma del sectarismo y del abuso impositivo que tanto está caracterizando el devenir de las decisiones.

Un significativo 10% identifica como causante y responsable de la mala gestión de la pandemia, tanto en la Generalidad catalana como en el Ayuntamiento barcelonés, a la inoperativa y poco eficiente respuesta del Gobierno social-comunista de la nación. La demostración a diario de su incapacidad impide ver un futuro favorable para España.

Seguimos en la dinámica del show, de la publicidad partidista y de las promesas vacías decoradas con falsedades, siguiendo la costumbre y norma de actuación de nuestro Presidente del Gobierno. Parece que el reciente movimiento de su séquito ministerial tampoco augura una mejoría en las expectativas, manteniéndose la misma percepción negativa por parte de tantos y tantos españoles deseosos de pasar página cuanto antes y olvidar esta etapa de desprestigio de España.