Es muy curioso que yo, teniendo uno de mis apellidos originarios de Cataluña, bueno en catalán, se me tilde de colono por defender la Unidad de España.

Cataluña siempre ha sido una tierra de paso entre el resto de la península con Francia. Ahora nos vienen los separatistas de pura raza como Rufián o González Cambray a enseñarnos cómo hemos de ser y pensar.

Esta gente no quiere lo mejor ni para la sociedad catalana, ni la del resto de España. Y la demostración está en que son socios de Pedro Sánchez. Mientras la sociedad catalana está tan perjudicada por toda clase de políticos, el pueblo no se atreve hacer nada y es comprensible.

Los catalanes de bien no pueden ser “Revolucionarios profesionales” por que se deben a empresas que están controladas por la Generalitat. Curiosamente este control se basa en dar subvenciones y a la vez exigir impuestos.

El separatismo catalán es el primer sistema clientelar que ha habido en la España moderna, incluso antes de la creación de la autonomía andaluza, controlada por el PSOE o la Galicia de Feijóo. Pero siendo franco, para mí todos los partidos democráticos son igual por su naturaleza de ser empresas de márketing y de colocación, sean de izquierdas o de derechas, de todos los colores del arcoíris.

Yo que tengo el apellido catalán, ¿Qué puedo pensar de gente como los charnegos separatistas? Y para colmo te llaman colono, por usar de facto el español que es el idioma que ha generado más progreso en nuestra sociedad.

Paniguados, estómagos agradecidos, vividores…

Estamos en la Cataluña donde hoy se han manifestado por imponer una lengua folklorica y estoy cansado de explicar que encima es una lengua artificial creada en 1912 por Pompeyo Fabra. Y mientras, está el precio de la luz disparado, los precios de los productos básicos también, el combustible y la fuga de empresas que genera más paro y saturación en el mercado laboral.

Y el mejor ejemplo es la fuga de Nissan, (Los Japoneses) que después de 46 años de venir a Barcelona, se han ido por la cantidad y los altos impuestos, aparte de la inestabilidad social de esos que dicen querer tanto a Cataluña.

Mientras tanto está Puigdemont, con la complacencia de los distintos partidos de nuestra nación y la Unión Europea mirando hacia otro lado siempre que puede.

Dicen que cada país tiene el gobierno que se merece y comprendo a los que tienen miedo a salir, por su situación laboral, pero no serán los partidos políticos quienes salven la situación de los españoles, sino gente como la familia de Canet de Mar, exigiendo cosas mínimamente fundamentales.

Pero mientras que el pueblo no vaya avanzando sea por miedo o complejo… Los socialistas, comunistas y separatistas tendrán vía libren y los partidos de derecha irán a remolque porque total, no hay nada que les haga frente.

No soy comunista precisamente, pero como dijo Lenin, “La revolución no se hace, se organiza” y eso no solo significa dar pasos adelante, sino que deben ser medidos y con la situación bien dirigida.

Víctor Milà