El domingo volvemos a tener la oportunidad de pronunciarnos en las urnas. El voto de la mayoría de españoles servirá para que se configuren los nuevos representantes municipales y los diputados de muchos parlamentos de comunidades españolas.

Para los que vivimos en Barcelona la cita electoral se circunscribe a la elección de nuestros representantes en el Ayuntamiento. Una convocatoria que, siendo igual que la de otros muchos municipios catalanes, tiene una significación especial, dada la importancia de la Ciudad Condal en el contexto regional y, por extensión, como segunda gran capital española.

La decisión de los barceloneses es de vital importancia. Nuestra ciudad, sometida a un equipo de gobierno que no está a la altura, sigue siendo importante y relevante, pero padece un perceptible declive que conviene revertir lo antes posible.

Es necesario un Ayuntamiento fuerte, con credibilidad y capaz de mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos que administra. Nuestro voto municipal es importante y, con el filtro de entrada que existe para disponer de representación, debemos ser inteligentes y elegir una papeleta que sepamos, con certidumbre, que servirá para vernos representados y disponer de voz en los plenos municipales.

Votar a partidos que, según todas las encuestas, no aseguran el mínimo del 5%, es un despilfarro. Cada voto inútil favorece a “los otros”, si partimos de la base de que la intención era el respaldo a formaciones políticas que llamamos “constitucionalistas” o, si se prefiere, “patrióticas”.

Debemos buscar garantías. Todos los votos son necesarios, dada la situación que vivimos, máxime en el caso particular de la capital catalana por su significación. Invito, a los que pueden estar valorando elegir una papeleta sin expectativas de superar el umbral mínimo, a la reflexión. No es el momento de ir por libre o hacerse el valiente, dando apoyo a una presencia más que cuestionable. Querer defender España con votos inútiles no sirve.

Según las encuestas solo un par de los partidos afines a nuestro pensar tienen posibilidad de tener sillón en el salón de plenos del Ayuntamiento de Barcelona, pero solo uno ofrece una candidatura fresca con un profesional que no ha vivido de la política. Por eso, si de verdad queremos evitar a Colau y su socio Collboni, si nuestra intención es que el separatismo no degrade más nuestra ciudad, si queremos que nuestra voz resuene y se tenga en cuenta, debemos elegir el voto sin complejos e intentando que éste se concentre lo máximo posible.

Necesitamos sinceridad, profesionalidad, orden y, en algunos temas de alto impacto social como la okupación, valor y contundencia. Debemos tener claro nuestro voto y que éste sea útil. Para eso, el resultado de las últimas autonómicas, en las que ya se dió una evidente concentración, debería servir de experiencia y objetivo este 28M.

Felicito a todos los que, como yo, pensarán en verde y elegirán la papeleta que hoy representa y da voz a la mayoría de los que amamos, defendemos y cuidamos lo nuestro. Vota el domingo y que tu voto sirva.

Borja Dacalan