¿Consideras apropiada la convocatoria de manifestación del 8 de octubre, cuatro días antes de la Fiesta Nacional de España?

El resultado de nuestra encuesta pone en evidencia el efecto de una decisión carente de consenso previo entre el mundo asociativo.

No cabe duda de que la situación de desamparo que vivimos, con un gobierno en funciones capaz de dilapidar los cimientos constitucionales y hacer daño a la convivencia social con medidas interesadas, hace necesaria la toma de acciones con visibilidad. La sociedad pide actos en los que el protagonismo recaiga en la ciudadanía, poniendo en valor el sentir patriótico y constitucional de la mayoría de españoles.

Conviene salir a la calle y manifestar el mal que se siente ante la dejación de funciones de nuestros gobernantes, interesados únicamente por priorizar sus intereses particulares, los sillones, sueldos y estatus, frente a las verdaderas necesidades de una nación como la nuestra, que representan y deberían defender como objetivo número uno.

Pero a la hora de salir a la calle hay que encontrar el momento de hacerlo con todo el público posible arropando la convocatoria, con consenso y acuerdo por parte de todos, sin afán e interés partidario y unilateral. En este sentido cabe la posibilidad de que se haga en un día concreto como es el 8 de octubre, que pretende emular la convocatoria de 2017, volviendo a implicar de forma directa al mundo político y sus intereses, con la voz unilateral de la entidad que les representa al frente. Esa ha sido la opción preferida por un 50% de los votantes.

Pero otros muchos se posicionan a favor de la validez de una fecha como el 12 de octubre, día de la Fiesta Nacional de España y la Hispanidad, como la jornada clave en la que todos podíamos unificar la reivindicación, enfocando el evento y su significación de un modo verdaderamente unitario. Con el esfuerzo global del asociacionismo que, año tras año, acumula todo el protagonismo de la Hispanidad en la Ciudad Condal. Se debe potenciar nuestro día nacional en lugar de empobrecerlo o hacerle sombra, considerando el 12-O como el oportuno y señalado para mostrar la fuerza de la ciudadanía, dando las asociaciones su do de pecho en la defensa de los valores constitucionales. Por esta opción se han decantado un 42% de los votos.

Para el restante 8% la fecha es irrelevante, el sanchismo ha vendido el futuro de España. El pesimismo y la certeza de que Sánchez nos venderá hace mella en el empuje de una parte de la ciudadanía que ya ha desconectado o está quemada. A esa minoría la deberemos volver a ilusionar porque España lo merece.

Ante la duda que se vislumbra con este asunto de la convocatoria justo a cuatro días de una cita como es la del día de España, tan solo dejamos en el aire una pregunta: ¿Se entendería que el 7 u 8 de septiembre se convocase una gran movilización, con implicación y ayuda política, a solo cuatro días del 11-S?… parece que, después de tantos años, seguimos sin aprender.